Ejemplo de prosumidor, si no fuera por las trabas para instalar la línea

La instalación de Avícola San Martín está altamente domotizada, lo que ayuda a la eficiencia energética, pero no puede verter la electricidad sobrante

D.L.M.
20/10/2019
 Actualizado a 20/10/2019
El emprendedor Javier Redondo Rodríguez en una de las naves. | S.A.
El emprendedor Javier Redondo Rodríguez en una de las naves. | S.A.
Entre los muchos cambios a los que obligan la Agricultura y la Ganadería de este siglo se encuentra el relativo a la energía. Ahora, los productores de alimentos tienen que ser ‘prosumidores’, es decir, consumidores y productores de energía al mismo tiempo. En el caso de Ganadería Avícola San Miguel (Mansilla Mayor), la granja no puede verter la energía sobrante a la red por la imposibilidad de conseguir los permisos necesarios, pero produce lo que necesita. Este espíritu verde —y de supervivencia— se apoya en una minuciosa planificación en todos los campos.

El programa trabaja con presión negativa y retira o introduce aire frío o caliente a través de 16 grandes ventiladores en cada naveLas naves (2.000 metros cuadrados cada una) cuentan con sistemas de calefacción y refrigeración automatizados, que controla el ordenador. Cada nave está equipada con seis sondas de temperatura en el interior y otra en el exterior, otra de humedad y otra de CO2. El programa trabaja con presión negativa y retira o introduce aire frío o caliente a través de 16 grandes ventiladores en cada nave —para mover hasta 1.000 metros cúbicos de aire—, según las necesidades. Las ventanas están domotizadas para crear las corrientes necesarias y la refrigeración se realiza a través de grandes radiadores empapados con agua por los que pasa el aire. Tanto el pienso como el agua se distribuyen por los comederos y bebederos desde los silos y el depósito exterior y también la iluminación LED está automatizada con capacidad para simular amaneceres o atardeceres. La cama es de paja, de unos 8 centímetro de espesor y su retirada y colocación están externalizadas, junto con la higienización de las instalaciones tras cada crianza, con el fin de rebajar al máximo la carga bacteriana antes de la llegada del siguiente lote.

Por supuesto, como se exige cualquier granja que quiera ser competitiva en el mercado actual,la granja cuenta con vestuario, oficina y alarmas. Y podría ser todavía más competitiva, con mayores beneficios para el medio ambiente, si no fuera por los obstáculos de la burocracia agroganadera.
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