Poseer alta sensibilidad no está considerado un trastorno ni una enfermedad, si no que es un «rasgo» de la personalidad que tiene que ver tanto con la parte emocional como con la sensorial. «Estas personas captan más información a través de sus sentidos, procesan más información –entendido como que le dan más vueltas a todo lo que perciben– y sus emociones son más intensas», explica Pablo Villagrán, presidente de la Asociación Española de Personas Altamente Sensibles.
Activos y Felices organiza este 9 de noviembre unas jornadas para explicar qué es la alta sensibilidad El consultor e investigador es también una persona altamente sensible y será el encargado de dar a conocer en León esta característica junto a Manuela Pérez, presidenta de la Asociación Española de Profesionales de Alta Sensibilidad, y Antonio Chacón, profesional de la prevención de riesgos laborales y doctorando en la materia. Será el este 9 de noviembre (12:00 horas) en el Aula Magna de la Facultad de Educación de la Universidad de León, en una jornada organizada por Activos y Felices en la que se pretende difundir la importancia de tener en cuenta este rasgo.
En España, un 16% de la población es altamente sensible, según los datos recogidos por los profesionales a través del test oficial que se puede encontrar en la página web ‘www.pasespana.com’ y que han realizado desde la provincia alrededor de un millar de personas, con las que se concluye que en León el porcentaje es dos puntos superior a la media nacional.
«No es una enfermedad ni un trastorno, es una característica innata de la personas», insiste Villagrán, que puede provocar tanto consecuencias positivas como negativas. «Lo que puede suceder es que la personas se sature antes que el resto y está muy ligado a la intromisión», destaca. Él, se dio cuenta de que era una Persona Altamente Sensible (PAS) al identificarse con un test y darse cuenta de que «a parte de sentirme sensible en el plano emocional, tengo desde siempre una sensibilidad a los sonidos, al ruido de las motos o de los cohetes, me sobresaltan mucho los ruidos repentinos y vivo más a gusto fuera de la masificación y del ruido», explica.
Existe un test oficial que se puede realizar ‘online’ y a través del cuál se detecta esta «característica innata» Sin embargo, no todas las personas altamente sensibles saben que lo son, asegura Villagrán. Llegar a detectarlo supone «conocer tu capacidad y tus limitaciones y llegar a hacer una vida acorde a ellas». Porque «el problema sería someter a tu naturaleza a un ritmo que no es el tuyo, compararte con personas que tienen otro ritmo de vida y no llegar» ya que, entonces, «estas personas al final padecen y el problema está en que no se lo cuentan a nadie o se lo cuentan al psicólogo pero de ahí no trasciende a la sociedad, por lo que ellos sienten que son los únicos».
A pesar de que la alta sensibilidad en sí «no es un problema», Villagrán asegura que sí puede desarrollar en algún tipo de trastorno. «Estas personas tienen más posibilidades de desarrollar depresión al igual que tienen más capacidad para desarrollar más habilidades que el resto» admite. Por lo que trabaja desde la asociación para dar a conocer esta característica y que la gente comprenda las altas sensibilidades para evitar que los que las desarrollan no se consideren «bichos raros».
"Por puro egoísmo del empresario le conviene detectar a los trabajadores altamente sensibles"
Uno de los ámbitos en los que las personas altamente sensibles manifiestan sus cualidades es en el laboral. Desde esa perspectiva actúa Antonio Chacón, trabajador de prevención de riesgos laborales especializado en riesgos psicosociales. Junto a la presidenta de PAS España, Manuela Pérez, en la actualidad realiza un programa de doctorado en psicología de los recursos humanos cuyas conclusiones explicarán en León el próximo 9 de noviembre.Para Chacón, el establecimiento de herramientas para las personas altamente sensibles en el entorno laboral beneficia no solo a este colectivo, si no a todos los trabajadores. «Estamos encontrando relaciones que creemos que pueden ser buenas para todos los trabajadores utilizando herramientas de alta sensibilidad», asegura.
En el entorno laboral la alta sensibilidad se puede mostrar de forma muy variada. Por ejemplo, «suelen ser personas que normalmente se preocupan por los demás, sufren cuando lo hace un compañero porque le afecta o cuando a última hora surge un problema no quieren marcharse a casa hasta que se solucione». Son algunas muestras pero «hay un montón de situaciones que se pueden dar», explica Chacón.
En la actualidad existen diversas herramientas de acción social como «tareas programadas, cierta flexibilidad en las rutinas de trabajo, organización» que pueden ayudar a las personas altamente sensibles «a tener una percepción de su trabajo mejor de la que actualmente tienen» y, así, «mejorar la productividad, que al fin y al cabo es lo que quieren los empresarios», reconoce.
Según Chacón, suelen ser «personas preocupadas, perfeccionistas y que dan muchas vueltas a las cosas», por lo que conseguir que estén «al 100%» supondría beneficios para el trabajo. Pero no solo eso, además, «si trabajamos en una serie de técnicas se puede mejorar el ambiente de trabajo o entre los compañeros» aunque siempre «a medio plazo».
Desde la prevención de riesgos laborales, Chacón explicará en León en qué situación se encuentran algunas plantillas a las que someten a test de salud laboral o de ambiente de trabajo para realizar informes sobre los puntos que se podrían mejorar». Además, asegura que la aplicación de herramientas destinadas a las personas altamente sensibles pueden extenderse al resto de empleados. «De algo que se pueden hacer por unos cuantos, si se aplica puede beneficiar a todos», defiende.
Además, invita a los empresarios a que realicen a sus trabajadores el test oficial para detectar si son personas altamente sensibles, que se puede encontrar en la página web ‘www.pasespana.com’, ya que «es una herramienta que puede ser beneficiosa» y «por puro egoísmo del empresario le conviene detectar a estas personas».