La costumbre por cuantificar en las sociedades modernas lo abarca todo. Tampoco la felicidad, esa aspiración central de toda existencia, escapa a los sistemas de puntuación de los tiempos que corren. Un estudio de Sonneil, una inmobiliaria que se sirve de la tecnología en la comercialización de obra nueva, cuantifica lo felices que son, o no, municipios de provincias como León.
En este sentido, el municipio más feliz de la provincia leonesa sería Izagre. La patria chica de Genarín, el ‘santo’ pagano de la Semana Santa de León, se lleva una puntuación de 75,88 según el ‘Spain Happy Index’ de Sonneil.
Joarilla de las Matas se cuelga la plata de la dicha en León. Allí, tradiciones como la danza de las cachas se entremezclan con fiestas de nueva creación como el festival Modorrowland para, a juzgar por este informe, alegría de sus vecinos. Las numerosas bodegas que hay en Joarilla también sirven para reunirse y brindar por sus 74,68 puntos de felicidad.
El podio lo cierran en Grajal de Campos. Este pueblo, conocido por su emblemático castillo, suma 74,32 puntos.
Cuanto menos bulto, más claridad… y felicidad. Al menos eso es lo que se deduce del hecho de que el cuarto municipio más feliz de León sea el que menos habitantes tiene de toda la provincia: Escobar de Campos. Una treintena de personas promedian 73,98 puntos.
Por su parte, el municipio más feliz de la comarca del Bierzo es Sobrado. Con 73,23 puntos, allí también van ‘sobrados’ para anotarse un notable en lo que a felicidad se refiere.
Sin embargo, a pesar de los muchos encantos de la comarca berciana, Sonneil sitúa a ese lado del Manzanal a algunos de los municipios menos felices de la provincia. Es el caso de Oencia, que suspende y queda en última posición en este ranking de la felicidad al promediar 49,36 puntos.
La ciudad de León consigue 64,45 puntos, más que los de Astorga, Cistierna, Ponferrada o Villablino
Benuza, también en El Bierzo, sería el segundo ayuntamiento más desdichado de territorio leonés en base a este informe, al sumar 50,39 puntos de felicidad. Los vecinos de Posada de Valdeón, con 50,6 puntos, y Castrillo de Cabrera, con 50,69 puntos, también se encontrarían entre los menos felices de la provincia atendiendo a las variables analizadas por ‘Spain Happy Index’.
Más allá de los extremos, este original estudio también mide la felicidad del resto de municipios leoneses. Así, en la capital sumarían 64,45 puntos.
De esta manera, siempre según ‘Spain Happy Index’, los habitantes de la ciudad de León serían sensiblemente más felices que los de Ponferrada. En la capital berciana se quedan en 56,86 puntos.
Entre las cabeceras de comarca más felices de la provincia leonesa destaca Sahagún: los facundinos promedian 72,48 puntos de felicidad. También Valencia de Don Juan, dado que la población coyantina conseguiría un notable gracias a sus 71,82 puntos.
Rozando ese notable se encontrarían en La Bañeza con sus 69,32 puntos. En cifras más discretas se moverían en otras cabeceras comarcales como Astorga, que suma 63,2 puntos, Cistierna, con 62,54 puntos, y Villablino, que se queda en 59,3 puntos.
Los criterios del informe
Para establecer estas puntuaciones sobre la felicidad de los vecinos de un determinado territorio, ‘Spain Happy Index’ analiza variables demográficas y meteorológicas. Los días de sol, los de lluvia y los de viento son aspectos que se consideran dentro de este estudio, al igual que las temperaturas medias, el número de habitantes, la distancia a determinados servicios públicos o cuántos kilómetros separan al municipio del aeropuerto más cercano para viajar a conocer el mundo.
En cualquier caso, este estudio es solo eso: números de esos que tantos gustan en esta época con ansias por cuantificarlo todo. La felicidad es cuestión de expectativas y, principalmente, de actitud. Algo de lo que León, con la autenticidad como seña de identidad, siempre puede presumir.