Un catedrático de la ULE entra en la Academia de la Jurisprudencia

El doctor y profesor emérito Fernando de Arvizu recordó el Fuero de León del siglo XI durante su discurso por este reconocimiento en Madrid

19/02/2024
 Actualizado a 19/02/2024
Fernando de Arbizu (c) acompañado por familiares, amigos y el alcalde de León, José Antonio Diez, en Madrid. | L.N.C.
Fernando de Arbizu (c) acompañado por familiares, amigos y el alcalde de León, José Antonio Diez, en Madrid. | L.N.C.

Fernando de Arvizu y Galarraga, profesor Emérito de Honor de la Universidad de León (ULE), ingresó el pasado jueves en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, en condición de ‘Académico de Honor’, nombramiento que se concede excepcionalmente a personas de reconocido prestigio en su rama jurídica que no puedan asistir con regularidad a las reuniones semanales de la institución, ya sea por vivir fuera de España o por cuestiones relacionadas con la edad o la salud. 


Arvizu estuvo acompañado durante el acto de nombramiento en la sede de la Academia por una amplia representación de familiares, discípulos y amigos, entre los que se puede citar al alcalde de León, José Antonio Díez, al Procurador del Común, Tomás Quintana López, o al decano de la Facultad de Derecho de la ULE, Salvador Tarodo Soria que, junto con otros profesores de la institución académica, quisieron estar presentes en la ceremonia. La presentación de su figura corrió a cargo del profesor José Antonio Escudero, presidente de Honor de la Academia, que dio paso al discurso del nuevo académico.


Fuero de León de 1020


El nuevo académico de honor, tras recordar a los juristas de su familia que, según explicó, "vienen desde el siglo XVIII al menos", puntualizó que el comúnmente denominado Fuero de León es un texto procedente del scriptorium de Pelayo de Oviedo fechado en 1020, pero compuesto un siglo más tarde, que incluye textos jurídicos de procedencia y naturaleza diferentes. "Por ello no se puede, y menos en una Academia de Jurisprudencia, identificar sin más texto ovetense con Fuero de León", señaló.


Seguidamente se refirió a las medidas que en dicho texto se recogían, con el objetivo de atraer a la población, como la protección a siervos fugitivos, o ciertas exenciones fiscales. También comentó que se estableció la manera de adquirir un terreno para edificar la casa, ‘a censo’, y las medidas para asegurar la paz, concretadas en ‘no entrar en ella sin permiso, y no arrancar la puerta’. Otros aspectos recogidos en el texto tenían que ver con la la paz del mercado, y para ello se ordenaba "no perturbarlo con armas ni sufrir prendas de bienes allí donde se celebra", y se relacionaban las obligaciones de los que acudían a vender alimentos al mercado o de los carniceros de dar "un banquete anual al concejo".


También la obligación de los leoneses y de las aldeas circundantes "a venir a León a ayudar en tiempo de guerra", y las medidas a tomar en caso de homicidio. En el caso de las mujeres casadas, se indicaba que no podrían ser juzgadas, apresadas, ni prestar fianza "sin consentimiento del marido".


En cuanto a los castigos regulados por el Fuero de León de 1020, Arvizu refirió como se dejaba claro que quien fuera contra el tenor de los preceptos que se detallan, "sufrirá una horrible secuencia de penas corporales: rotura de miembros, sacar ojos y vísceras, y además, la lepra. Y de penas espirituales, excomunión y condenación eterna con el diablo y sus demonios".


Cabe señalar que el nuevo académico de honor de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Fernando de Arvizu y Galarraga, ha superado los 50 años de dedicación a la Historia del Derecho, 44 como catedrático, 48 como Doctor y el próximo mes de diciembre alcanzará los 44 como catedrático en León, desde que terminó su Licenciatura en Derecho en la Universidad de Navarra, su tierra natal, en octubre de 1972.

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