"El cambio de aeródromo a base aérea ya trae más personal y más medios a León"

Entrevista a Óscar Ruiz González Coronel de la Base Aérea de La Virgen del Camino

07/09/2025
 Actualizado a 13/09/2025
Óscar Ruiz González, coronel de la Base Aérea de La Virgen del Camino | SAÚL ARÉN
Óscar Ruiz González, coronel de la Base Aérea de La Virgen del Camino | SAÚL ARÉN

En la última entrega de despachos a los nuevos suboficiales, que como siempre se celebró a primeros de julio, tomó posesión oficialmente como nuevo coronel de la Base Aérea de La Virgen del Camino Óscar Ruiz González. Rango alto, trato cercano. La llegada de este burgalés que cuenta con una dilatadísima experiencia dentro del Ejército del Aire y del Espacio (desde Zaragoza a Salamanca en España, pero recorriendo prácticamente todo el mundo en misiones internacionales especiales como responsable del Ala 31) coincidió con la peor tragedia medioambiental de la historia de esta provincia, en la que fue clave el soporte llevado a cabo desde el antiguo aeródromo militar y actual base aérea, ese trabajo que no se ve pero sin el que no podría trabajar los helicópteros y aviones, españoles y de toda Europa, que lucharon durante dos semanas contra el fuego de nuestros montes.

– ¿Conocía la base militar de La Virgen del Camino?
– Conocí la base cuando estuve destinado en Salamanca. Durante mi etapa allí, hacíamos muchos vuelos de instrucción con los alumnos a la base aérea de León. Por aquel entonces, se trataba del aeródromo militar de León. También tuve la oportunidad de visitar la ciudad cuando trabajaba en destinos de oficina y tenía que ofrecer conferencias a los alumnos. 

– En León, mucha gente aún se pregunta exactamente qué supone el cambio de denominación de aeródromo militar a base aérea...
– Se trata de un cambio realmente significativo. De hecho, diría que es un cambio doctrinal. Por definición, un aeródromo militar es una instalación donde el Ejército del Aire va a operar de forma temporal y discontinua. Por ejemplo, con la problemática de los incendios, se han desplegado medios de forma limitada durante el tiempo que se ha estado operando sobre el terreno. Para conseguir este objetivo, se requiere de una serie de instalaciones y personal más reducido que cuando estamos hablando de una base aérea. Ahí radica la principal diferencia. Una base área implica que las operaciones aéreas se van a mantener de forma permanente. Por tanto, se necesita de mejores instalaciones y más personal. En la práctica, cambia por completo la forma de coordinar. En este caso, tienes que estar preparado para operar las 24 horas de los 365 días del año. Ahora mismo estamos en ese paso. El objetivo es proveer a la base aérea de León de los medios y el personal necesario para operar ininterrumpidamente. Una de las razones para pasar a denominarse como base aérea es la compra de un sistema de inteligencia que se va a tripular remotamente desde León. Por tanto, se trata de una apuesta por dotar de más medios, capacidad y relevancia a la base aérea de León.

– ¿En qué se traduce este aumento de medios y personal? ¿Hay alguna estimación?
– En primer lugar, se ha licitado la construcción de dos hangares que se van a construir en la base aérea de León, uno para el Ejército de Tierra y otro para el Ejército de la Aire. La inversión total es de 8,4 millones de euros. Además, las construcciones se van a llevar a cabo con personal de León. Todos creemos que es mejor que operen empresas locales. Como consecuencia, León va a recibir la llegada de más gente, nuevas familias… Se trata de un cambio significativo para la ciudad de León. A raíz de esta modificación, tenemos que cambiar nuestra forma de operar para poder recibir la llegada de mucha más gente. Durante los tres años que estaré aquí, se irá aumentando el personal que trabaje en la base de manera progresiva. El personal de la base puede pasar de 500 profesionales a 650, 700 o hasta 800 profesionales.

– ¿El horizonte que se marca usted es de tres años aquí?
–  Sí, el horizonte normalmente es ese, o sea, no es que me lo marque yo ni que sea fijo, pero el horizonte que se marcan los directores de la Academia Básica del Aire y de la Jefatura de la Base Aérea de León son tres años de mando. Hay muchas variables. Simplemente por la experiencia y si se da cuenta de los últimos directores han pasado casi todos han estado tres años.

– Su llegada ha sido complicada porque este verano ha sido especialmente intenso, teniendo que optimizar todos los recursos y sirviendo de apoyo para todo el operativo especial que se puso en marcha con motivo de los incendios. 
– Han sido unos incendios que yo, por lo menos, y hablando con los expertos, dicen que no habían visto en su vida. Y cuando hablo de expertos estoy hablando de personal del Ejército del Aire que pilotan los hidroaviones, son los hidroaviones del Ejército del Aire y del Espacio que operan en apoyo de la UME… No habían visto un comportamiento de los incendios tan sumamente violento como estos. Y, claro, con unos incendios de ese calibre, pues lo más importante es tener los medios aéreos próximos a lo que son los incendios, para que no tarden tiempo en desplazarse las unidades terrestres a parar lo que son los incendios. Se decidió que la base más próxima, el aeropuerto más próximo a los incendios, era León. Entonces nos han llegado todos los medios aéreos y hemos tenido que darles soporte.

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 Óscar Ruiz González, coronel de la Base Aérea de La Virgen del Camino | SAÚL ARÉN

– Un cambio más que significativo para la rutina de la base
– Claro. Estoy hablando, por ejemplo, de 15 helicópteros, o sea, de no tener actividad aérea permanente a tener 15 helicópteros permanentemente basados aquí en el aeropuerto de León, a mediodía para repostar seis, ocho diarios y encima todo con una rapidez que tenía que ser dependiendo de la demanda de los fuegos. Eso nos ha supuesto en un periodo, que es el periodo de vacacional, porque no hay que olvidar que la base aérea de León por ahora estaba pensada para apoyar a lo que es un ritmo académico, un calendario académico que se ajusta a la enseñanza general, el sistema educativo general.

– Eso, imagino, lo tensiona todo.
–  Claro. Los profesores y los profesionales aquí tienen ese periodo de agosto para coger las vacaciones. Hemos tenido que, a lo mejor con la mitad de gente, operar muchísimos más vuelos, muchísimas más operaciones y la respuesta del personal de la base ha sido admirable, que aún sin estar acostumbrado.He pasado más tiempo en la base aérea de Zaragoza, una base grande, una base donde se opera todo el rato y en algunos aspectos he visto que aquí se ha operado de la misma manera o incluso mejor que en una base mucho más grande habituada a esta carga de trabajo. Entonces yo la verdad que me siento muy orgulloso de todo el personal porque ha sido una misión demandante, ha sido un reto completamente, pero como dato no se ha cancelado ni una sola misión apagafuegos, nacionales e internacionales, que hemos tenido aquí helicópteros de los Países Bajos, de la República Checa, de la República Eslovaca. No se ha cancelado ni una sola misión por el apoyo que se les ha tenido que dar por parte de la base y encima con unas demandas enormes, o sea que los controladores han estado en tiempos prolongados de servicio, a lo mejor han estado 16-17 horas. Yo no quería pedir apoyo externo porque me iba a surgir que tenía que formar a los primeros para dar el apoyo, y eso no se hace de la noche a la mañana, son 2-3 meses de curso, de entrenamiento, entonces aun así ha habido apoyo gracias al Ejército del Aire y del Espacio cuando lo he necesitado para dar un relevo a la gente que tenía aquí proporcionándome más gente. Hemos tenido aquí casi 300 personas alojadas en un momento y el fin de semana junto con los alumnos, es decir, cuando yo tengo a 300 personas me llegan 800 personas más y hay que alojarlos, hay que llegar a un momento de intentar integrarlos todos, no es lo mismo cuando estás trabajando las operaciones que cuando estás en un ámbito académico, tiene que ser un poquito más controlado, pero al final les tienes que mezclar. Ha sido una situación complicada y, al tiempo, un reto bastante bonito pese a la desgracia que supone algo como los incendios forestales.

– Me comentaba antes que había gente que estando de vacaciones vio la necesidad y se acercó a la base… 
– Sí, sí. Estando de vacaciones, porque yo soy de las personas que consideran realmente las vacaciones muy importantes, porque si la gente no descansa luego no va a poder trabajar, o no va a trabajar con la misma calidad y con el mismo ímpetu, pues esa propia gente, que son normalmente casi todos de León, pues se les están quemando sus propios montes, sus propios pueblos, sus propios compañeros… Y cuando estaban realmente con una carga de trabajo muy muy grande eso es de agradecer, o sea todos los militares estamos en todo momento preparados para el servicio y dispuestos para servir en cualquier momento, pero ya cuando ves que tu propia gente lo hace de forma voluntaria y sin ninguna orden, pues sencillamente me parece admirable y me hace sentir orgulloso.

– ¿Cuántas operaciones de vuelo se llegaron a realizar desde aquí en esos días?
– Nosotros normalmente operamos también lo que es la parte de los vuelos civiles, que vienen a ser lo que es el aeropuerto de León, y hemos pasado de operar de algo así como 10 vuelos diarios, por decir una cifra, a 170 cada día. Eso con el mismo personal. No es que hayamos duplicado la gente que estaba de controlador. Eso significaba pues que el controlador estaba todo el rato controlando, lo que significa eso, lo que es la carga de trabajo, el estrés que puede producir y junto con operaciones que no son estándares, son operaciones de emergencia aérea, planeadas, previstas, puedes preparar, puedes llegar y decir: oye, pues sales a esta ahora, tú sales 10 minutos más tarde. No, no... Aquí había que sacar los aviones y los medios aéreos, los helicópteros, cuanto antes, en el mínimo tiempo indispensable. Eso requiere también el sistema de combustible, eso sí, que los hemos duplicado: si por ejemplo vamos con una cisterna pasamos a operar con dos, para intentar repostar a la gente en el mínimo tiempo posible. A lo mejor de gastar 10.000 litros de combustible a la semana pasamos a 60.000 litros al día. Son cifras que claramente marcan lo que es la diferencia. Supongo que en los periódicos os pasaría algo parecido… Muchas veces las cifras son significativas pero yo, más que eso, quiero destacar el esfuerzo y la voluntad de todas las personas que han estado, desde los pilotos a todos los operarios. Es una pregunta muy importante porque la gente ve los aviones cuando vuelan, pero hay mucho trabajo detrás sin el que sería imposible que volasen. 

– Es una situación atípica que tengan que ser los controladores militares los que den servicio a los vuelos comerciales del aeropuerto de León… 
– Bueno, en realidad no tanto. Explicándolo de forma rápida y sencilla: hay diferentes tipos de aeropuertos en España. Hay unos aeropuertos militares, que son para aviación exclusivamente militar, y hay unos aeropuertos civiles que son para aviación exclusivamente civil. Luego, están una media de los dos o las bases aéreas abiertas al tráfico civil por cualquier razón, o sea hay una base aérea en un territorio y no se va a construir un aeropuerto civil para que los civiles vayan a un lado y los militares vayan a otro. Lo que se decide es una serie de convenios entre lo que son los diferentes departamentos ministeriales y lo abro al tráfico civil pero se operan con los controladores militares. La titulación que tienen los controladores es la misma, la formación que tienen es la misma, están operando en el mismo espacio aéreo y no tiene ningún sentido que tengamos que decir nosotros, incluso los aviones militares tenemos la misión general, es decir, la que utiliza todo el mundo en nuestras misiones operativas, nuestras misiones de entrenamiento, tácticas o que operamos con otras normas diferentes que es aviación operativa. Entonces no hay ningún problema por dar servicio al aeropuerto civil y s algo que se considera habitual en otros países. 

– Supongo que su principal reto en esta nueva etapa es llevar a cabo con la mayor eficiencia esa conversión de aeródromo militar a base aérea.
– Los objetivos que me marco realmente me vienen marcados. Bueno, no es que me vengan impuestos, pero vienen de las necesidades del Ejército del Aire y del Espacio, entonces una de las cuestiones está en la transición de aeródromo militar a base aérea, junto con la llegada de una nueva unidad, y eso es por un lado, vamos a decirlo, lo que significaría la operación aérea, pero luego no nos podemos olvidar de que esto es una academia militar, entonces hay otros retos muy importantes que son los retos académicos, los retos de la llegada de más personal, más alumnos, puesto que se ha decidido aumentar los efectivos militares dentro de las Fuerzas Armadas Españolas. Eso significa que, claro, siempre que llegan más efectivos tienen que empezar por abajo, caballero, alumno… y así tienen que seguir hasta que desarrollen toda su carrera. Nadie llegamos aprendidos, en ningún sitio.Pues eso, junto con nuevas reglamentaciones, nuevas regulaciones, tanto en el ámbito del sistema educativo general como en el ámbito militar, hacen que vaya a ser un periodo de tres años bastante bonito por los retos que se llevan a cabo, pero a la vez bastante demandante por todos los objetivos que tenemos, o sea no pueden ser objetivos sine die como todos los buenos objetivos, tienen que tener un periodo, se trata de tener una transición más o menos lo más efectiva y lo más eficiente posible para hacerlo cuanto antes. 
 

– ¿Y a nivel personal? ¿Qué objetivos se marca en esta etapa?
– Esos son los objetivos que vienen marcados. Yo solamente me marco uno que es la gestión de las personas. Al final no trabajamos con máquinas. Todo, exactamente todo, lo que hace posible que todo funcione, no podemos decir que la inteligencia artificial que ahora está muy de moda, que nos va a ayudar, creo que va a ser una herramienta más, pero como toda esa herramienta va a depender de las personas.Hay que supervisarla, hay que programarla, hay que ver que llegue de forma correcta y que cumpla las expectativas correspondientes. Entonces todo eso es gestionar a las personas y las personas no son máquinas. Las personas son lo que decía antes: las personas necesitan descansar para poder operar de la mejor forma posible, necesitan estar a gusto, necesitan verse realizados en el trabajo que están diciendo, o sea, somos un ejército, el Ejército del Aire y del Espacio, un ejército muy técnico a diferencia de lo que es el Ejército de Tierra, entonces las misiones y las funciones que tiene cada persona desde lo que es el último soldado hasta el primer general, que es el Jemad, son unas misiones específicas, pero muchas veces tan importante es una como otra, porque formamos todos un equipo y eso no podría funcionar porque somos un equipo. Trabajamos para cumplir lo que son las funciones que se han demandado que normalmente y de forma fácil es servicio de la ciudadanía entre ellos la seguridad de lo que es la nación, la integridad territorial, el ordenamiento constitucional, pero al final es el servicio a nuestros iguales, que son los ciudadanos con toda confianza. 

– ¿Qué es lo que más le ha sorprendido desde su llegada a León?
– A mí simplemente me gustaría destacar la buena relación entre la ciudad de León la provincia de León y su base aérea, porque he visto desde que llevo aquí, que ya no puedo decir que llevo poco tiempo porque han sido dos meses pero, bueno, muy intensos pese al periodo vacacional, que no te encuentras con toda la gente, hay que hacer muchas presentaciones institucionales... Lo que me gustaría destacar es todo el cariño de los leoneses hacia su base aérea, que la consideran como suya, siempre todo el mundo me dice: pues mi padre hizo la mili allí, tengo un primo que se formó como suboficial allí en la base o antiguamente cuando había más de 2.300 trabajadores civiles aquí, pues mi padre subía todos los días a trabajar allí… Entonces, a fin de cuentas, pues hay una relación muy íntima, muy estrecha y me gustaría que siguiera así, porque realmente es la base aérea de León, de los leoneses, y aquí la mayoría de los que están de forma permanente son de León, por eso esa respuesta tan voluntariosa y tan generosa, por eso muchos reaccionaron con el yo pierdo mis vacaciones para ayudar a lo que es mío, a lo que considero mío, que son mis montes, mis pueblos, mi ganado, o sea, cosas que personalmente te tocan. Cuando hay incendios a lo mejor más lejos, hay una guerra en Ucrania, pues la ves más distante, pero cuando te pillan aquí a 20 kilómetros como han estado los fuegos...

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