La tregua de las lluvias, las agradables temperaturas para el actual mes del año y los días de asueto para muchos trabajadores hicieron que las calles turísticas de León vivieran unas jornadas de gran afluencia de gente, no sólo de fuera.

La calle Ancha se volvió a convertir en el epicentro en el que se juntaban los visitantes (muchos de otras localidades de la provincia con la celebración de la Feria de Productos de León), musicales (el Purple Weekend sigue teniendo muchos fieles que marcan estos días como obligatorios en la ciudad) y los propios leoneses para disfrutar de las muchas opciones leonesas.
Y el poder de atracción que tienen los mercadillos siempre tienen una magia especial. Sean cuando sean, San Froilán, medieval, de libros, o el actual navideño atraen con la variedad de productos existentes y al tener que ver todos los puestos se disfruta de una manera especial.

También a los pies de la catedral, que majestuosa ofrece estampas muy llamativas aunque la nieve tenga que ser artificial en los tejados de los puestos en las casetas que se han montado ya que cada vez hay menos de la natural en estas latitudes.