El cabreirés que hace de la pizarra un arte

Jorge Arias es un cabreirés de Puente de Domingo Flórez que ha hecho de la pizarra "que nace" de su tierra un elemento artístico para sus creaciones, mientras mantiene su espíritu investigador sobre la historia de una tierra, Cabrera, que defiende con pas

José Manuel Roces
10/08/2025
 Actualizado a 10/08/2025
Jorge Arias, estudioso de la historia de Cabrera, en sus recorridos por los montes que inspiran su labor artesanal
Jorge Arias, estudioso de la historia de Cabrera, en sus recorridos por los montes que inspiran su labor artesanal

En este repaso de cabreireses que permanecen en la memoria no es necesario haberse ido ya, haber fallecido y dejar un importante legado. Es importante asimismo acercarse a aquellos que van construyendo su legado día a día, con el estudio, con la pasión por su tierra, con el arte... uno de ellos es Jorge Arias, cabreirés ejerciente, estudioso de su historia, artista con sus materiales... un personaje conocido y querido en Cabrera.

Jorge Arias nació en 1969 en Puente de Domingo Flórez, localidad bañada por el río Cabrera, presuroso ya a entregar sus aguas al Sil y abrazada por los montes de Cabrera. Desde niño mostró una especial sensibilidad por el trabajo manual de la ebanistería, quizá influido por la profesión de su abuelo carpintero, el detalle y la belleza escondida en los materiales nobles. Aquel don natural lo condujo a estudiar la rama de FP en ebanistería en Ponferrada, donde aprendió a dominar la madera, dándole forma y alma con sus propias manos.

Pero el destino, como la vida en los montes, siempre encuentra nuevas sendas. Y Jorge, atraído por la fuerza ancestral de su tierra, encontró en la pizarra un nuevo lenguaje artístico. Transformó ese material oscuro y brillante en un medio de expresión, construyendo con él desde piezas utilitarias hasta verdaderas obras de arte. Su taller se convirtió en un santuario donde la tradición y la creatividad se daban la mano.

Imagen fuente
La fuente que realizó en memoria de su amigo Juan Carlos Martínez Vega.

Una de sus creaciones más memorables surgió del cariño popular y del humor que lo caracteriza: el mítico "carro que había perdido Manolo Escobar". Jorge lo construyó pieza a pieza en pizarra, con mimo y detalle, y fue un regalo para el propio cantante, cuando este visitó Forna para ofrecer un concierto. La anécdota quedó grabada en la memoria de todos los vecinos, como una muestra del ingenio, de aquel artesano singular.

Sin embargo, el alma de Jorge no solo habita en la creación material, sino también en el amor profundo por su tierra y su historia. Apasionado de la historia de Cabrera, recorre incansablemente sus montes y aldeas junto a un grupo de entusiastas del I.E.C (Instituto de Estudios Cabreireses), explorando senderos perdidos, hurgando en los silencios del paisaje y rescatando los vestigios romanos que aún resisten el paso del tiempo: Canales romanos que serpentean por las laderas, castros olvidados, antiguas minas, petroglifos casi borrados por los siglos… Jorge los observa, con su grupo de investigación, los estudia, los cuida. Para él, cada piedra tiene una historia, cada ruina una voz. No es solo un recolector de huellas del pasado, es un guardián de la memoria cabreiresa, alguien que entiende que conocer el origen es también una forma de amor.

Hoy, mientras sigue trabajando la pizarra, ya de una manera altruista como afición y caminando entre ruinas y montañas, Jorge Arias y su grupo ya son parte de la historia que tanto ama. Una historia de manos que crean, de ojos que buscan y de un corazón que nunca ha dejado de latir al ritmo lento y profundo de Cabrera. Jorge Arias es capaz de hacer realidad cualquier encargo en pizarra, Lo más raro hecho por encargo fue un carretillo, a tamaño real, con rueda y todo.

Ha hecho trabajos en pizarra de escudos para equipos como el Real Madrid o el Atlético de Madrid. Felipe González, quien fuera presidente de España, tiene un trabajo suyo, que le fue regalado en una visita a Ponferrada, es un ciervo. Asimismo ha elaborado platos de pizarra para varios restaurantes, alguno de ellos lucen galardones culinarios como estrellas Michelin. Quiere Jorge destacar una placa realizada en memoria de su amigo muerto en un trágico accidente, en una cantera de pizarra en La Baña, Juan Carlos Martínez Vega, un hijo de Carrilano, quien ya fue protagonista en estas páginas. La placa preside una fuente en el pueblo en su memoria y lo quiere destacar no por lo espectacular del trabajo, sino por el significado sentimental del recuerdo de su amigo.

Se puede ver una larga muestra de sus trabajos en su página de Facebook (Jorge Arias). En ella podemos comprobar cómo este inquieto cabreirés lo mismo te crea unos pendientes, que un broche, un teléfono antiguo, un reloj, un carro y todo aquello que se nos pueda ocurrir.

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