Buenos cuidados para las que cuidan

Cruz Roja León acompaña a las personas que atienden a sus familiares dependientes

María Herrero
05/11/2021
 Actualizado a 05/11/2021
María José Flórez, voluntaria del proyecto de acompañamiento, y Ana Garcés, técnica en Cruz Roja.  | SAÚL ARÉN
María José Flórez, voluntaria del proyecto de acompañamiento, y Ana Garcés, técnica en Cruz Roja. | SAÚL ARÉN
Proporcionar asistencia y cariño, facilitar un mejor desarrollo de la vida, realizar un acompañamiento u ofrecer el tiempo. Estas son algunas de las características que podrían definir el rol de una persona cuidadora no profesional. Alguien que se dedica desinteresadamente a mejorar la calidad de vida de ese otro alguien con necesidad.

Este viernes se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras y Cruz Roja León quiere aprovechar esta jornada, como cualquier otra, para visibilizar este trabajo que, en muchas ocasiones,resulta invisible fuera del hogar o del ámbito más familiar y no está valorado, lo que puede generar más sobrecarga y angustia en la cuidadora.

María José Flórez dedicó todo el tiempo del que disponía para cuidar a su madre en los últimos años de su vida. Esta no quería salir de su casa y tampoco perder su autonomía por lo que, María José decidió, en un determinado momento, llevar a su madre a vivir con ella. "Los cuidados ocupan mucho tiempo y te queda muy poco para repartir entre tu familia, tu matrimonio o tu vida personal. No es un añadido, es un desborde", explica María José. Al poco de comenzar estas tareas, y gracias al servicio de teleasistencia, encontró el Programa de Capacitación y Apoyo a Familias Cuidadoras de Personas Mayores de Cruz Roja. Y también encontró a Ana. Ana Garcés es técnica de la entidad y una de las personas encargadas de gestionar este programa que ofrece formación, acompañamiento y asesoramiento a las personas cuidadoras no profesionales para el desempeño de sus labores con sus familiares, que siempre tienen que ser mayores de 65 años. "Cuando alguien que se va a dedicar a los cuidados se plantea que no puede hacer el trabajo sola, es importante que conozca todos los recursos externos que están ahora a su alcance", explica Garcés.

En Cruz Roja León ofrecen un acompañamiento a la persona cuidadora para hacer algunos trámites burocráticos, así como el acompañamiento emocional durante todo el proceso. Además tienen programas de formación psicológica y técnica, para aprender ciertos aspectos sobre movilidad de personas dependientes o una buena alimentación, entre otras cuestiones. También cuentan con un programa de respiro, a través del cual un voluntario de la entidad acude una o dos tardes a la semana para estar con el familiar dependiente y que la cuidadora pueda salir a hacer sus gestiones o tomarse un café. "El proyecto está destinado a apoyar a los cuidadores, recordándoles también que una persona que cuida se tiene que autocuidar", explica la técnica de la entidad.

Así, y con estos servicios, comenzó María José a relacionarse con su grupo de apoyo en Cruz Roja y también con las profesionales que le ayudaron en muchas de las cosas que pudiera necesitar, y con otras compañeras. Porque casi todas son mujeres. "Por regla general es la mujer la que asume los cuidados", explica Ana Garcés, "y si ella es la que enferma suele haber mucho más apoyo de los hijos o de recursos externos. Culturalmente está asociado de esa manera. Además, cuando un hombre asume la tarea está mucho más valorado por no esperarse de él ese rol", añade Garcés.

María José no tenía hermanos y ella "eligió libremente" realizar esa tarea. No obstante, señala, que "muchas veces me planteé que fuera a una residencia, aunque finalmente opté por contratar a una persona que me ayudara en casa. Para esto también conté con el apoyo de Ana", cuenta. Y es que, a los mayores obstáculos a los que se enfrentan estas personas cuidadoras es a su propia capacidad de pedir ayuda y aprender a gestionar el sentimiento de culpa: "No quieres que tu familiar se vaya pero tampoco quieres esta situación para ti. Solo necesitas que los momentos difíciles terminen", explica María José, y la ayuda para relativizar y pensar con perspectiva también la reciben de las profesionales de Cruz Roja.

El lado rojo de la historia


"Gratitud". Ese es sin duda el sentimiento que tiene María José hacia todo el equipo de la entidad y, también, la sensación propia que se le quedó cuando tuvo que despedir a su madre.

Por eso, ella decidió unirse al grupo de voluntariado de Cruz Roja y pasarse al ‘lado rojo’ de la historia. Ahora María José acompaña a las personas que antes estaban en su situación pero, sobre todo, las escucha. "Tú puedes hablar con tu mejor amiga sobre tu experiencia y te va a escuchar con cariño, pero no te va a entender como otra persona que está pasando por lo mismo", cuenta María José que, "egoístamente", disfruta mucho de su nuevo papel en el programa de acompañamiento.

Esta es, además, una forma de ‘llenar el vacío’ que deja una persona que se va. En Cruz Roja León les ayudan a preparar su duelo, sobre todo para volver a ocupar todo el tiempo que dejaron apartado para cuidar de ese familiar dependiente. "Muchas personas demandan volver a hacer cosas con su tiempo. ¿Y ahora qué?, se preguntan. Por eso les ofrecemos participar en proyectos de la entidad y aprender a recuperarse", detalla la técnica.

Recuperar la compañía de un ser querido que se ha ido es complicado, pero no tan difícil en este proyecto es volver a contar con el agradecimiento. Al final siempre hay algo que viene de vuelta.

"En este programa siempre queremos nuevos voluntarios"


Cruz Roja León tiene ahora mismo a 70 personas cuidadoras no profesionales en toda la provincia. Todas ellas se dedican al cuidado de sus familiares mayores de 65 años y se han adherido a este programa de acompañamiento, formación y asesoramiento de la entidad. Con ellas están las doce personas voluntarias que les sirven de apoyo, guía o que son su "respiro": las que se encargan de estar con el familiar ese día que tienen que hacer un trámite o necesitan dar un paseo y despejarse.

Para unirse a este grupo de voluntarios, "que siempre se necesitan más", explica Ana Garcés, técnica de Cruz Roja, solo tienen solicitarlo a través de su página web y "los profesionales ya se ponen en contacto contigo", detalla Garcés. Asimismo, están disponibles a través del 987 25 25 35, con la extensión 47192, para solicitar más información.
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