La borrasca profunda, bautizada como 'Ana', que atravesará toda la Península dejará también fuertes lluvias, por las que la Agencia Estatal de Meteorología sitúa a la provincia en alerta amarilla y que podrían llegar a 60 mm en el Bierzo y en la Cordillera Cantábrica.

Una borrasca o depresión es un tipo de ciclón (término genérico donde se incluyen los huracanes, tifones, bajas polares, medicanes, etc.) que transcurre por latitudes medias, entre 30 y 60º de latitud. Son sistemas de bajas presiones donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el Hemisferio Norte. Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la baja.
Las condiciones para que una borrasca sea susceptible de recibir un nombre son que ésta debe profundizarse rápidamente –los modelos prevén que «Ana» lo haga más rápido que el umbral para considerarse una ciclogénesis explosiva– y que se prevean vientos fuertes que activen avisos de viento de nivel naranja o rojo en alguno de los tres países, según explica a ABC Ana Casals, portavoz de Aemet. En el caso de España, se trata de rachas máximas superiores a 90, 100 y 110 kilómetros por hora, dependiendo de las zonas.
La situación de riesgo por fuertes viento se extenderá hasta el lunes en la meseta y, junto al viento y a la lluvia se sumará alerta amarilla por riesgo de nevadas en la Cordillera Cantábrica para empezar la próxima semana.
Se espera que tras el paso del frente el viento vaya amainando de oeste a este el lunes, aunque desde Aemet recomiendan estar atentos a su web y a los avisos de Protección Civil.