Agradecimiento del servicio público tras la muerte de Jesús Berjón Reyero

El hermano del montañero fallecido el pasado 17 de septiembre en el pico Gilbo de Riaño agradece en esta tribuna el trabajo realizado por la Guardia Civil

Luis Berjón Reyero
23/09/2025
 Actualizado a 23/09/2025
Un momento de la búsqueda con drones del hombre desaparecido. | GUARDIA CIVIL
Un momento de la búsqueda con drones del hombre desaparecido. | GUARDIA CIVIL

El pasado miércoles 17 acudí al cuartel de la Guardia Civil de Boñar (León) sobre las 9:15 horas de la mañana, después de comprobar que mi hermano mayor, Jesu, no había regresado de su escalada al pico Gilbo, en la montaña de Riaño, emprendida el martes 16. Era un montañero federado, experimentado y prudente.

Me recibió un guardia civil llamado Jorge, cuya serenidad y profesionalidad, desde que inició el protocolo de actuación, me transmitieron la certeza de que se iba a proceder de inmediato con la búsqueda.

Sobre las 10:00 horas, una patrulla de la Guardia Civil localizó el vehículo de mi hermano. A las 10:30 ya estaba sobrevolando la zona un helicóptero de la Guardia Civil y agentes del cuerpo del grupo de montaña de Sabero comenzaron la ruta a pie con drones. Sobre las 11:00 se unió otro helicóptero del Grupo de Rescate y Salvamento del 112 llegado de Valladolid, con personal que reforzó la búsqueda. Después del mediodía se añadió una patrulla de montaña de Cangas de Onís (Asturias).

El dispositivo no se detuvo ni un minuto durante nuestra larga y angustiosa espera. Incluso me llamaron varias veces para solicitar información y ponerme al día, con extrema delicadeza, sobre lo que estaban haciendo.

Sobre las 18:00 horas, localizaron el cuerpo sin vida de mi hermano y a partir de ahí, nos acompañaron a mí y al resto de la familia en nuestra devastación, con una mezcla de cercanía y profesionalidad encomiables.

Ya de noche, el guardia civil de Boñar, Jorge, me envió un sentido mensaje por whatsapp, yendo mucho más allá de lo que marca el desempeño de su trabajo.

Desde el profundo dolor por la pérdida de mi hermano, deseo transmitir el inmenso agradecimiento de nuestra familia a la Guardia Civil y a la Agencia de Protección Civil y Emergencias por su entrega y profesionalidad.

Gracias por el incalculable valor de vuestro servicio público.

En el mundo actual, en el que la vida de ciudadanos desvalidos de ciertos países no vale absolutamente nada y sus cuerpos exámines desfilan ante nuestros ojos a diario en todo tipo de medios, quiero resaltar que, en nuestro país, la vida de un único ciudadano vale infinitamente y se dedican ingentes recursos públicos para protegerla.

Dicho de otra forma: sin impuestos, el rescate de mi hermano y tantas otras tareas que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado emprenden a diario, no habría sido posible. ¿Qué familia puede asumir el coste de semejante despliegue?

Y es aquí donde llego a la conclusión que ha motivado esta carta: Pagar impuestos es cuestión de humanidad, de civilización, de seres que conviven en una sociedad solidaria. Es lo que permite que todos seamos tratados por igual, que vivamos, en suma, en un estado de derecho, donde una sola vida, no importa de quién, sea lo más valioso del mundo.

Archivado en
Lo más leído