El accidente aéreo de Ocejo de la Peña sigue guardando misterios

Los investigadores Eduardo Alcántara Díez y Luis Antonio Ruiz Casero, de la madrileña Universidad Complutense, acaban de realizar un completo estudio arqueológico sobre el famoso accidente de Pico Cerroso que incluye una propuesta de musealización

27/07/2025
 Actualizado a 27/07/2025
Restos del Heinkel 111 B2 25-42 después del accidente. :: Archivo particular de Gregorio Fernández Castañón
Restos del Heinkel 111 B2 25-42 después del accidente. :: Archivo particular de Gregorio Fernández Castañón

Son muchos los tristes pasajes que la Guerra Civil española dejó en la provincia de León, demasiados. En cada comarca recuerdan alguno, en cada familia, dependiendo del pueblo incluso en cada calle o en cada casa, pero el del avión que se estrelló en Torre Cerroso, en las inmediaciones de Cistierna, es uno de los más misteriosos. Allí se puede encontrar aún una placa escrita en alemán, que visitan, sobre todo en esta época, numerosos montañeros, vecinos de la comarca o aficionados, que cada vez son más, a recorrer las huellas del conflicto bélico por la provincia. La de Torre Cerroso es una excursión asequible que parte de Ocejo de la Peña y en la que se combinan historia y paisajes espectaculares.

Como tantas y tantas historias en esta provincia, el accidente de un avión alemán que se estrelló junto a Peñacorada tiene también su leyenda. De hecho, algunos vecinos de la comarca apuntan que uno de los motores del aparato se convirtió en ordeñadora durante años en una cuadra cercana, algo que no debió ser cierto.

Para aportar un poco de luz sobre conocido suceso, dos investigadores de la Universidad Complutense han realizado un completo estudio histórico en torno a este siniestro, con rigor histórico, una propuesta de musealización y diversas conclusiones novedosas. Pero, a pesar de su extraordinario trabajo, siguen quedando en el aire algunas incógnitas, sobre todo la principal: ¿por qué el avión se estrelló contra aquella montaña?

Sus nombres son Eduardo Alcántara Díez y Luis Antonio Ruiz Casero y firman el Estudio arqueológico del accidente aéreo de Pico Cerroso, que comienza dando algunas pistas de cómo se vivió el estallido de la guerra en la montaña oriental leonesa y posteriormente se adentra en los detalles del accidente que se produjo el 17 de enero de 1939, destacando que a bordo del avión viajaba "una tripulación de soldados franquistas y un mecánico alemán de la Legión Cóndor" y que todos ellos fallecieron en el siniestro.

"El avión HE 111 B2 25-42", correspondiente al K/88, grupo de bombardeo de la Legión Cóndor, despegó del aeródromo de La Virgen del Camino con la orden de volar hasta Zaragoza y ya desde allí realizar diferentes tareas en el frente de Cataluña. Debido a complicaciones meteorológicas, "el aparato dio media vuelta en las inmediaciones de Burgos para volver al punto de partida. A la altura de Ocejo de la Peña, actual término municipal de Cistierna, el HE 111 apodado en la época como ‘Pedro’, se accidentó en la parte alta de la vertiente SE de Pico Cerroso, el accidente geográfico más alto de la zona, con una altitud de 1.838 metros en su cumbre".

Los investigadores añaden que "las autoridades franquistas no consiguieron ubicar el lugar del accidente hasta el día 8 de febrero de ese mismo año".

La investigación del accidente se inició inmediatamente por el inspector delegado de antiaeronáutica de la región Norte, el señor Solís, quien comienza con las labores de investigación y seguimiento de la ruta del avión, llegando el 7 de febrero al lugar del accidente. Ahí, las autoridades se reunieron con los presidentes de las juntas administrativas de Santa Olaja de la Varga y Ocejo de la Peña y, junto a las brigadas de vecinos y mineros, comenzaron la búsqueda de los restos del aparato.

Al día siguiente, la comisión investigadora, ordenada por el Juez Instructor y Teniente Coronel de Caballería Don Luis Salas Caballero, del Juzgado Militar Eventual núm. 11, fue a realizar una inspección ocular, una diligencia para el levantamiento de cadáveres y una diligencia para la identificación de los mismos.

En esa primera inspección, "consiguieron identificar los seis cuerpos de los tripulantes de la aeronave", todavía cubiertos por la nieve y semienterrados. Encontrándose dos de ellos calcinados en el interior del aparato y el resto desperdigados por los alrededores, muchos aún con pertenencias personales (dinero, armas automáticas y munición) incautadas por las autoridades. Las autoridades alemanas, debido a la colaboración y apoyo del pueblo de Ocejo de la Peña, entregaron a Nicomedes Escanciano, presidente del pueblo, un cuadro con la efigie de Hitler.

Modesto Candela Munar, Anselmo Gutiérrez Mateo, Horst Meiling, Evaristo Peña Sainz-Rojas, Jesús Escudero González y Daniel Eguía Torrealdai fueron los seis fallecidos en el accidente del Heinkel 111 B2 25-42, de cuyas causas se establecen dos teorías: "la versión oficial que establece que fue un accidente aéreo y una versión no oficial que propone un sabotaje de la Maestranza".

Los investigadores destacan que "la versión oficial más sólida es que el aparato se estrelló por un fallo humano". En su informe reflejan que "en la prospección del 17 de agosto de 2024 se hallaron numerosos restos de aluminio del fuselaje", lo que indica una colisión violenta. Además, realizaron consultas de archivo y entrevistas a vecinos, comprobando errores en la memoria oral colectiva. "Todos los entrevistados aseguraron que el avión provenía de Peñacorada, pero las fuentes archivísticas y arqueológicas desmienten esta versión".

Además de materiales del avión, se han localizado efectos personales de la tripulación y armamento variado, todo ello clasificado minuciosamente. Los restos hallados serán entregados al Museo de León, y los investigadores abren "una vía de musealización y conservación digital".

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