Acaip se queja: "No somos torturadores, somos víctimas"

El sindicato de funcionarios de prisiones eleva una queja al Ministerio de Interior ante el protocolo dictado para "evitar posibles abusos" sobre los presos conflictivos

I. Herrera
07/10/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Interior del centro penitenciario de León en una imagen de archivo. | ICAL
Interior del centro penitenciario de León en una imagen de archivo. | ICAL
Gran malestar entre los funcionarios de prisiones de León por la instrucción emitida desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sobre ‘Medios coercitivos, protocolo para la aplicación de sujeción mecánica por motivos regimentales’ al entender que les coloca «a los pies de los caballos» dando a entender que los trabajadores de prisiones abusan sobre los presos conflictivos.

Tal malestar ha quedado registrado en una queja que la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) de León, sindicato mayoritario del centro leonés y del sector, ha remitido tanto al secretario general de prisiones, Ángel Luis Ortiz González, como al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, denunciando que se haya trasladado de ellos una imagen de «maltratadores» o «torturadores» cuando aseguran ser las «verdaderas víctimas del sistema penitenciario». «Somos los que sufrimos numerosas agresiones en el desempeño de nuestra labor y, lo que es más grave si cabe, las soportamos viendo como, tampoco en este caso, ni la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ni el Ministerio del Interior, ponen el más mínimo interés en la solución de este problema, problema que, a la vista de las alarmantes e insufribles cifras de agresiones que venimos sufriendo, aumenta y se agrava cada año más», explican.

Además, piden «que nadie olvide que en los centros penitenciarios ingresan personas con graves problemas que, en muchos casos, lejos de solucionarse, se acrecientan, y que cuando se produce un altercado en que, en defensa de la integridad física del propio interno que produce el altercado, en defensa de la integridad de otros internos o en defensa de nuestra propia integridad, los funcionarios de prisiones tenemos que aplicar sujeción mecánica a algún interno, lo hacemos cumpliendo de forma exquisita la normativa vigente y respetando escrupulosamente los derechos de las personas privadas de libertad; todo ello, en más ocasiones de las deseables, arriesgando nuestra propia vida». De hecho aprovechan este escrito de queja para pedir nuevamente que se les considere autoridad en el ejercicio de sus funciones.
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