Jura de fidelidad a la bandera por parte de la "gran familia aviadora"

La Academia Básica del Aire celebró este domingo con un acto castrense su "día festivo por excelencia", el de su patrona Nuestra Señora de Loreto

10/12/2023
 Actualizado a 10/12/2023
 Un instante de la celebración en la Academia Básica del Aire. | SAÚL ARÉN
Un instante de la celebración en la Academia Básica del Aire. | SAÚL ARÉN

La «gran familia aviadora» que forma parte de la Academia Básica del Aire de La Virgen del Camino celebró este domingo su «día festivo por excelencia», el de Nuestra Señora de Loreto, patrona del Ejército del Aire y del Espacio. Lo hizo con un acto castrense en el que los caballeros y damas alumnos de la XXXIV promoción de la Academia Básica del Aire y de la XXXII promoción de titulación previa (TP) prestaron su juramento o promesa de fidelidad a la bandera.

«No hay mejor manera de celebrarlo que presenciando el compromiso contraído por los 323 caballeros y damas alumnos de primer curso, a los que quiero transmitir nuestra más sincera felicitación, que hago extensiva a sus familiares, quienes a buen seguro se sienten llenos de orgullo y alegría en un día tan señalado en la vida de todo militar», afirmó el coronel director de la Academia, Ignacio de Dompablo Ferrándiz. Así lo indicó durante un discurso en el que aseguró que este acto de juramento o promesa «coloca en su núcleo aquello que nos une, que nos identifica y que nos da fuerza: nuestra bandera. Símbolo de la nación y de la soberanía del pueblo español, espejo en el que se ven reflejadas tantas emociones, pasiones y vivencias, y que es de todos, que nos representa a todos y cada uno, que abraza nuestra rica diversidad, y en cuyos pliegues encontramos acomodo los millones de españoles, con independencia de nuestra ideología o condición».

De Dompablo Ferrándiz –quien a su llegada al hangar recibió novedades del jefe de línea y pasó revista a la formación de alumnos– explicó que «a esta gran nación se le sirve de muchas maneras, cada uno desde su trabajo, desde su actividad diaria, contribuyendo al desarrollo y prosperidad de España». Los allí presentes decidieron «hacerlo desde las Fuerzas Armadas, formando parte del Ejército del Aire y del Espacio. Y hoy –en referencia a este domingo– han dado un paso más para conseguir esa meta. La fórmula del juramento que acaban de realizar contiene la esencia fundamental de los deberes y virtudes que la carrera militar demanda», dijo. 

Su deber ahora, aseguró, pasa «por seguir dando lo mejor de cada uno para obtener el máximo rendimiento de los recursos que la sociedad española, con notable esfuerzo, pone a disposición de este centro docente para proporcionarles una enseñanza del máximo nivel y convertirse así en los militares que España necesita. Dedíquense plenamente a su formación para incorporarse, en su momento y con la mejor preparación, a una escala de suboficiales que conforma la columna vertebral de la capacidad operativa de esta Fuerza Aeroespacial, moderna, sólida, eficaz y con sistemas tecnológicamente muy avanzados», les aconsejó.

Para el coronel director de la Academia, el Ejército del Aire y del Espacio «constituye una excelente herramienta a disposición de nuestros gobernantes. Nuestras Unidades se encuentran siempre preparadas, adiestradas y listas para actuar en cualquier misión que se les asigne, en cualquier lugar y con tiempos de reacción inmediatos» y su «misión principal y permanente es la vigilancia y el control del espacio aéreo y la vigilancia espacial, durante las 24 horas del día, todos los días del año, para garantizar un acceso continuado y un uso libre y seguro del Aire y del Espacio, que son dominios que realmente vertebran la actividad de cualquier Estado».

De Dompablo Ferrándiz recordó también que en el curso académico 2022-2023 formaron a alrededor de 1.700 alumnos, cifra que se ha incrementado en el actual, el de 2023-2024, en el que serán 2.500, de los que 773 son candidatos a ingresar en la Escala de Suboficiales, aseguró. Por eso se dirigió a los presentes para indicarles que delante de ellos estaban formados «sus aviadores», «sus futuros suboficiales», llegados de «diferentes lugares de la nación, pero con una idéntica vocación de servir a España y a los españoles». «No hay trabajo más noble. Pueden sentirse muy orgullosos de ellos, como pueden estarlo también de su Ejército del Aire y del Espacio», remarcó.

Tras su intervención se entonó el Himno del Ejército del Aire y del Espacio y, posteriormente, se desarrolló el Acto de Homenaje y «recuerdo emocionado» a los que dieron su vida por España. Por último, los actos finalizaron con el desfile terrestre del escuadrón de alumnos.

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