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Yo sí duermo tranquilo

09/01/2020
 Actualizado a 09/01/2020
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Cuando usted lea esto, mi tocayo llevará ya dos noches sin dormir. Que un compatriota sacrifique su sueño por el resto, no sé a ustedes, pero para mí es digno de elogio. Y ahora no queramos hacernos los locos y decir que no nos había avisado. En septiembre del año pasado ya dijo públicamente que incorporar a Unidas Podemos al Consejo de Ministros daría lugar a un gobierno bicéfalo y que «sería presidente del gobierno, pero no dormiría por la noche, no estaría tranquilo, como muchos españoles». Menos mal, y eso juega a su favor, que cuando entró en su día en Moncloa, la primera medida que tomó fue cambiar de colchón. Y qué quieren que les diga, me parece una decisión muy acertada y con grandes dotes adivinatorias, ya que por aquel entonces intuía que iba a llegar el día en el que tendría problemas para conciliar el sueño. Vamos, un visionario.

No sé ustedes, pero yo he dormido a pierna suelta. ¿Cómo no lo voy a hacer si la saga de pactos del Congreso ha tenido continuidad una legislatura más, casi con idénticos protagonistas? A mí me da tranquilidad que los que han hecho posible el inicio de este nuevo viaje sean prácticamente los mismos que permitieron durante décadas a los gobiernos de PSOE y PP tratar a todas las comunidades autónomas españolas por igual. Es la ventaja de tener a tu lado a los socios independentistas de varias regiones, que además de leales con el Estado siempre piensan en el interés general de cada uno de los españoles. A ver, no se tomen en serio lo de la diputada de ERC Montserrat Bassa diciendo que la gobernabilidad de España le importa un comino y llamando verdugos a la mayoría de los diputados, incluidos los socialistas. Hay que tener más sentido del humor, que es que somos de quisquillosos... Seguro que también habrán malinterpretado a la representante de EH Bildu Mertxe Aizpurua cuando hablaba del autoritarismo de la monarquía. Me parecería muy atrevido rebatirla, porque si de algo es experta ella y sus compañeros de siglas es en autoritarismo. Si ella lo dice, así será. No voy a dudar de ella ni del hombre de paz de apellido Otegui.

¿Cómo no voy a dormir tranquilo si al final, por suerte, no se materializó ese engendro democrático que consistía en unir sus fuerzas los partidos constitucionalistas? Menos mal, mira que tuve un conato de pesadilla cuando Rivera y Sánchez tenían posibilidad de pactar. Y ya si llegan a ponerse de acuerdo PP y PSOE para sacar adelante un gobierno, me hubiera parecido totalmente abominable y casi rozando lo antidemocrático. Menos mal, que todos, sin excepción, estuvieron a la altura y no consumaron esa violación en grupo a nuestra democracia.

Algún terror nocturno sí que reconozco que tuve cuando comencé a escuchar eso de ‘votar en conciencia’. Resulta que hasta ahora nunca se ha votado de esa manera y ahora quieren recuperar esa expresión y ese comportamiento que ya pasó a la historia hace décadas. ¿Votar en conciencia? Vamos, ni en conciencia ni con conciencia. ¡Qué atrocidad! Si hasta ahora las cosas han funcionado votando con todo menos con conciencia, por qué se va a cambiar ahora.

Así que lo dicho, duerman tranquilos, que es como hay que hacerlo cuando se vive en una sociedad totalmente enfrentada y polarizada. Y si en algún momento empiezan a tener problemas para conciliar el sueño, vayan al médico para que les recete el visionado del último debate de investidura, que les garantizo les conducirá a un sueño placentero y reconfortante.
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