Yago Vázquez: "Hay que ir donde vaya la música a cada instante"

No cabe duda de que uno de los momentos más decisivos en la vida musical de Yago Vázquez se sitúa en 2008, cuando decidió establecerse en Nueva York. Allí, en The New School for Jazz and Contemporary Music, completó sus estudios y allí dio un nuevo impulso a su trayectoria como pianista de jazz que, al cabo del tiempo, se ha solidificado y es depositaria del ya contrastado y elogiado talento de este músico vigués. Ocho años después de su llegada se ha asentado en una tierra, la norteamericana, que no ha dejado de brindarle oportunidades y aún hoy sigue despejando sus propios horizontes. "Llevo ya ocho años allí y no sé si estaré toda la vida o me quedaré sólo un tiempo", asegura el músico gallego, que este sábado, al frente de su propio trío, participará en el Festival de Jazz de Cerezales del Condado (22:00 horas, Plaza Principal). "Para mí es un lujo estar en Nueva York. El nivel musical que hay allí es brutal". La lista de músicos con los que Yago Vázquez ha compartido escenario se agranda, lo mismo que el prestigio de estos. Reggie Workman, Billy Harper, Joe Martin, David Schnitter, Jesse Davis, Gilad Hekselman, Ingrid Jensen o Brad Shepik son algunos de los nombres que han disfrutado de la contribución de un músico al que la crítica le ha reservado comentarios muy dulces. "Acompañar a músicos tan increíbles te enriquece. No cabe duda de que tocar con la variedad amplia de músicos que te ofrece Nueva York te sirve como escuela permanente de aprendizaje. Eso es lo bueno de esa ciudad, que siempre estás activo y expuesto a muchas maneras de hacer música. Todo eso enriquece. Aprendes, te pone en situaciones incómodas.... Cuando hablo de incomodidad no me refiero a algo malo. Me refiero a momentos a los que no estás acostumbrado, momentos que te exigen, que te hacen replantearte cosas, que obligan a tocar de otra manera.... Tocar siempre es bueno. Cuanto más lo hagas, más vas a mejorar y a aprender; cuanta más gente conozcas mejor. Nueva York tiene eso, que tienes acceso a muchos músicos, a muchas formas de ver la música... y todo eso es muy saludable".

Me encanta subirme a un escenario sin saber qué va a pasar, dejándome sorprender, sintiendo que cada concierto es especial y exclusivoEl jazz le tiene atrapado. Sobre todo por el carácter imprevisto que posee. "Me encanta subirme a un escenario sin saber qué va a pasar, dejándome sorprender, sintiendo que cada concierto es especial y exclusivo. No saber qué va a pasar implica riesgos que hay que asumir. Hay que tener la mente y los oídos abiertos y estar dispuesto a ir donde vaya la música a cada instante, ser flexible y disfrutarlo todo. De esta manera, la música se mantiene fresca y pueden pasar cosas inesperadas".

Yago Vázquez, que en 2011 grabó un primer disco a su nombre, ‘Chorale’, y ahora prepara otro que verá la luz a finales de año, abandonó España siendo ya una de las más firmes promesas de su jazz. Afincado en Estados Unidos, ha confirmado todas las expectativas que había despertado consagrándose como un excelente músico con voz propia, como ha quedado evidenciado en las decenas de conciertos que le han empujado por el mundo entero (varios de ellos protagonizados en clubes neoyorquinos emblemáticos) y que son muestra de los proyectos, algunos personales, en los que ha andado embarcado. "Estoy abierto a la colaboración con otros músicos». Grupos como Stream, al lado de dos músicos tan contrastados como Scott Lee y Jeff Hirshfield y que cuenta con el respaldo de un disco imprescindible, Beekman (banda de inspiración ecléctica donde Yago comparte espacio con el norteamericano Kyle Nasser y los chilenos Pablo Menares y Rodrigo Recabarren) o Brooklyn Aliens (que propicia el entendimiento entre el jazz y otros elementos sonoros) constituyen algunos de los soportes que dan contenido a la labor de Vázquez, quien también mantiene colaboraciones con los guitarristas gallegos Marcelino Galán y Marcos Pin o el saxofonista alemán Tobias Meinhart, entre otros.

Siempre doy libertad a los músicos. No quiero que toquen para mí, sino que lo hagan como ellos saben El concierto de Cerezales servirá para profundizar en la música de Yago Vázquez, "realmente no sabría cómo definirla, quizás jazz moderno", a través de un formato tan clásico en el jazz como el trío. "El piano se presenta como líder de la banda, lo que le expone bastante". Admirador ferviente de pianistas como Herbie Hancock, Bill Evans o Keith Jarrett, contará en tierras leonesas con el concurso del contrabajista Marcos Varela y el baterista Max Gómez. "Con unos músicos tan buenos como ellos, acaba siendo muy fácil tocar". Considera que la relación con los músicos ha de ser fundamental. "Siempre les doy absoluta libertad. No quiero que toquen para mí sino que lo hagan como ellos saben. Estoy abierto a todo lo que pase. Vamos a improvisar. El piano es el instrumento central. Toco las melodías, toco las armonías... Pero si el bajo o la batería cambian la dirección de la música, yo no voy a forzar nada. Voy con ellos a donde me lleven".