Varios testigos vieron a uno de los acusados del crimen de Villaobispo huir con una pistola

Los familiares del fallecido declaran en la segunda jornada del juicio que no conocen a los acusados y que tampoco recuerdan nada de los hechos

R. Á.
30/11/2021
 Actualizado a 30/11/2021
| SAÚL ARÉN
| SAÚL ARÉN
Hasta 15 testigos estaban llamados a declarar este martes en la segunda jornada del juicio por el tiroteo de 2008 en Villaobispo en el que murió un hombre de 31 años por una herida de bala que le perforó el corazón. En la sesión –que arrancó con una hora de retraso y que se ralentizó por fallos técnicos en las videollamadas– varias personas identificaron a uno de los acusados, F.M.M.F., como el hombre al que vieron huir del lugar de los hechos llevando un arma corta, mientras que los familiares de la víctima –estaba citada su pareja, un hermano, una hermana y la pareja de un hermano del fallecido– aseguraron no conocer a los acusados y no recordar nada de lo ocurrido.

El primero en prestar testimonio fue un guardia civil que en 2008 estaba destinado en Huesca y que en la fecha en la que se produjo el crimen había venido a León a visitar a unos familiares. Se encontraba dentro de su coche, estacionado en la calle Jacinto Benavente, cuando escuchó los disparos. Se giró y vio a una persona «con un arma corta, una pistola» que apuntaba «hacia atrás». Esta persona salía de la calle Menéndez Pelayo y, a continuación, vio a otra «con una escopeta con los cañones recortados» que «se quedó en la esquina» e hizo «un barrido, un movimiento defensivo». Ambos, dijo, llegaban del mismo tramo de la calle, pero no vio efectuar disparos a ninguno de ellos.

Sin llegar a bajar del coche, «cuando vi la situación llamé al 112 y comuniqué lo que había pasado», declaró. Después, recibió una llamada de la central de la Guardia Civil y se acercó a la zona «a verificar», porque le dijeron que podía haber algún fallecido. Allí fue cuando vio a la víctima, ya en el suelo y, junto a él, al hombre al que había visto con la escopeta momentos antes. Este agente participó posteriormente en varios reconocimientos para tratar de identificar al hombre al que vio huir con el arma corta tras los hechos, al que señaló en uno de ellos. Ya en la sala, durante el juicio, pidieron a los acusados que se levantaran y se acercaran para que pudiera ver sus caras. Por un «rasgo característico», por su «mentón», «diría que es la persona que viste de blanco», en referencia a F.M.M.F., aseguró.

«Lo he matado, lo he matado»

También la segunda testigo, que intervino mediante viodeoconferencia desde la Audiencia de Sevilla, pudo identificar a F.M.M.F.. Durante un tiempo fue testigo protegido, recordó el fiscal, pero una resolución del Juzgado levantó esa situación. En 2008, cuando se produjo el crimen, era vecina de la zona y conocía a los acusados. Vivía en un bajo y cuando oyó lo que le parecieron «cohetes» abrió la ventana y se asomó. Vio a tres de sus vecinos que iban corriendo hacia el portal de ellos y llamaban para que les abrieran. Uno de ellos, explicó, «llevaba una pistola en la mano y decía lo he matado, lo he matado». Después de subir al piso «se marcharon en un coche los tres otra vez», remarcó, y «ya no los volví a ver más».

Según su declaración, estos hombres llevaban viviendo en la zona dos o tres meses cuando se produjeron los hechos y los conocía porque tenían hijos pequeños, ella tenía hijos de la edad de ellos y «jugaban en la calle». En este caso volvieron a pedir a los acusados en el juicio que se acercaran para que esta mujer pudiera verlos. «Se parecen, pero después de 13 años… Yo diría que el del jersey blanco –en referencia a F.M.M.F.– es el que llevaba la pistola. La otra persona –el acusado M.M.F.– se puede parecer al otro, pero no lo sé». Respecto a F.M.M.F. insistieron: «¿Lo reconoce plenamente?», a lo que respondió que «juraría que es él, pero en ese momento era toxicómano y estaba mucho más delgado». «Ahora está más fuerte, más gordo», dijo.

«Parecía una película»

F.M.M.F. fue identificado también por otro de los testigos, un hombre que también vivía cerca de donde se produjo el crimen y que en el momento de los hechos «llegaba de lavar el coche y de comprar pan». «Vio a una persona con una pistola disparando hacia atrás. Me lo crucé delante de mí, corriendo y disparando en sentido opuesto. Parecía una película eso», afirmó.Lo vio de cerca, con una cazadora y una gorra, corriendo hacia un portal. Detrás de él, explicó, había otras dos personas, «una de ellas en el suelo». Aparcó en Blasco Ibáñez y se acercó hacia el lugar en el que estaba el fallecido, al que intentaban meter en un coche, en el lado de atrás del conductor, «una o dos personas». No pudieron hacerlo, y junto a la víctima se quedó un hombre que le dijo «han matado a mi hermano». Vio también como un coche «salía a toda velocidad» de allí y acompañó a «la primera patrulla» que vino, que intentó seguir a este vehículo, pero que no lo pudo ver.

Al menos tres vecinos más presenciaron parte de los hechos, pero en su caso no conocían a los acusados ni pudieron identificarlos.

El juicio continuará este miércoles, a las 9:30 horas, con las declaraciones de peritos, conclusiones e informes.
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