Una vida tras el spray

David Esteban, más conocido como ‘Dadospuntocero’, estrena este jueves en La Nueva Crónica una serie en la que se repasará la trayectoria de algunos grafiteros de la provincia y la historia tras los muros convertidos en obras de arte

Cristina Centeno
06/07/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Uno de los últimos trabajos de Dadospuntocero es este grafiti que ocupa. | MAURICIO PEÑA
Uno de los últimos trabajos de Dadospuntocero es este grafiti que ocupa. | MAURICIO PEÑA
Hacer de tu pasión tu profesión no es tarea fácil, menos aún en los tiempos que corren. Solo por eso, David Esteban, más conocido en León como ‘Dadospuntocero’, merece un espacio en la serie que este jueves inicia La Nueva Crónica y que pretende poner en valor a los grafiteros que han convertido muchas calles y zonas de la provincia en verdaderas obras de arte a golpe de spray.

Lo suyo con el grafiti empezó hace 17 años «como un hobby». Entonces, todavía no estaba demasiado bien visto. «Empecé como todos, por la noche», explica David mientras realiza uno de sus últimos trabajos, un mural con la concha simbólica del Camino de Santiago para el Hostel Globetrotter, que se encuentra junto a la Catedral. Precisamente el término grafiti aún tiene en la RAE esa acepción de composición pictórica realizada «generalmente sin autorización». Esto es lo que ha visto evolucionar a la vez que David Esteban ha crecido como artista. «Verte con un spray ya era como ‘mira este delincuente lo que va a hacer», asegura. Eso ha cambiado mucho. Ahora, le encargan dibujos todo tipo de negocios, particulares... «Hay un abanico muy amplio, desde un hostel al cabecero de una cama», pone por ejemplos. Hoy en día la sociedad ha visto «las posibilidades y los resultados» y «gusta, se animan», comenta, «es una publicidad, una forma de aprovechar superficies muertas» para los negocios. Al mismo tiempo que ha ido evolucionando la forma en la que la sociedad miraba a los grafiteros, David Esteban ha ido «cogiendo afición y gustillo» a esto. «Vas evolucionando, mejorando, y el mismo destino te lleva a poder trabajar de ello», asegura, celebrando las oportunidades que le ha dado León y «el boca a boca» al tratarse de una ciudad «tan pequeña». Su carrera es fundamentalmente autodidacta, aunque hizo el bachiller artístico. Fue el verano antes de comenzar esos estudios en la Escuela de Arte de León cuando cogió un spray por primera vez. Después, sus intenciones de estudiar Bellas Artes se «frustraron» y hizo Trabajo Social, aunque nunca dejó de lado su verdadera pasión.

Ahora, lleva siete años dado de alta como autónomo y «luchando» para poder vivir de sus grafitis, verdadero arte urbano. Eso sí, no se queja porque «cada vez tengo más volumen de trabajo», asegura, comentando que ahora mismo tiene «tres meses de lista de espera» y eso «para un autónomo es mucho».

Su firma, Dadospuntocero, está bajo muchas de las grandes pinturas que en los últimos años han comenzado a llenar de arte los muros de León y provincia. Antes, trabajó junto a un compañero bajo el sello ‘Arte 84’, aunque sus caminos se separaron, «él se fue a Madrid» y David se quedó en León comenzando a trabajar en solitario, hace algo más de cuatro años.

Murales como los del Harlem, también al lado de la Catedral, y que llaman la atención por su tamaño, los ojos de los depósitos de Puente Castro, los de Santa Nonia, el retrato de Valeria –la niña que buscaba un trasplante de médula– o las cajilleras de Astorga son algunos de los que llevan su sello. Pero hay muchos más.

Pero además de realizar los trabajos que le encargan, «unos más concretos y otros en los que solo te marcan las pautas y tu realizas tu propia composición», participa en diferentes exhibiciones. En una de estas, el Art Aero Rap de La Bañeza, ha hecho una de las composiciones que con más cariño recuerda. Este festival «me gusta mucho», reconoce, porque «te dan libertad total para hacer lo que quieras, te ceden una pared, te ponen un elevador y el material y desarrollas tu idea totalmente». Allí fue donde realizó el año pasado un pañal tendido de una cuerda con efecto 3D (en la imagen superior de la derecha) poco después de ser padre. «Acababa de tener a la niña y eran muchas cosas, es muy personal y significa mucho», confiesa. Precisamente con un retrato en blanco y negro de su niña llegó su último premio, hace solo una semana en Íscar, donde quedó segundo con un dibujo en blanco y negro al que no le falta ni un solo detalle.

David Esteban es uno de los grafiteros de León que más tiempo lleva en esto, y espera seguir por muchos años. «Vas abriendo mercado poco a poco», explica, por lo que confía en que los leoneses sigan confiando en su trabajo y en su arte. De él ya están impregnadas muchas paredes de toda la provincia.
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