Una carrera contra el reloj para poder lograr la retirada soñada

La intención de la berciana Lydia Valentín de volver a ser olímpica en 2024 tiene un calendario más que apretado para poder lograr la clasificación

Jorge Alonso
08/02/2023
 Actualizado a 08/02/2023
Lydia Valentín, durante su competición en Tokio 2020. | COE
Lydia Valentín, durante su competición en Tokio 2020. | COE
Cuando atendió a los medios de comunicación después de acabar de forma prematura por una lesión de cadera su competición en los Juegos Olímpicos de Tokio en agosto de 2021, Lydia Valentín lo tenía claro: «Me gustaría terminar mi carrera deportiva en unos Juegos, compitiendo en mi categoría y por las medallas, así que voy a seguir». Sin embargo, ese plan se le puede complicar a la haltera de Camponaraya, que desde entonces no se ha vuelto a subir a una tarima para competir y sabe que, por el sistema de clasificación para París 2024 debe pensar ya en volver a la competición.

Para poder ser olímpica previsiblemente una última vez, Lydia Valentín necesita competir de manera obligatoria en dos eventos, el Mundial de Riad (Arabia Saudí) en septiembre y la Copa del Mundo de Phuket (Tailandia) ya en abril de 2024. Si bien para llegar a esa primera cita tiene más margen la berciana, además de ellos debe competir en tres o más eventos de una lista muy reducida para ella, empezando por el Europeo de Yerevan (Armenia) en el mes de abril. Además, podría competir también en los Grand Prix de La Habana y Doha (en junio y diciembre respectivamente) así como en el Europeo del próximo año en Turquía.

El Europeo de abril debería suponer la vuelta a la competición de la berciana, lesionada desde 2021Debido a los continuos casos de dopaje y los problemas existentes con la Federación Internacional de Halterofilia (IWF por sus siglas en inglés), la cantidad de deportistas que participarán en halterofilia ha disminuido de forma notable en las últimas citas olímpicas. De los 260 de Londres 2012 y Río 2016, se pasó a 196 en Tokio 2020 y solo habrá 120 en París 2024 en la que será, al menos de momento, la última cita olímpica en la que estará presente un deporte que ya ha sido retirado del programa para Los Ángeles 2028.

Esa disminución de cuota obliga por tanto no solo a que Valentín participe en esas pruebas, sino que lo haga siempre a un gran nivel que le permita estar entre las 10 mejores del mundo en el ránking de su categoría, que previsiblemente serán unos 81 kilos en los que ya fue campeona y subcampeona del mundo en 2018 y 2019.

En enero, la berciana participaba en la gala del Comité Olímpico Español, en la que atendía a los medios en una de sus escasas comparecencias, asegurando «no estar al cien por cien, pero cada vez estoy mejor y ya veo la luz». Tras casi dos años sin competir para recuperarse de esa lesión de cadera, reconoció «no saber» si será capaz de estar rindiendo en las competiciones necesarias para clasificarse para París, poniendo la prioridad «en recuperarme del todo, es lo más importante para mí, ser feliz entrenando». Así, afirmaba que tras un periodo tan complicado «no me he planteado tanto como la retirada, pero sí lo mucho que me está costando volver a la normalidad, que era algo a lo que no le daba importancia, pero son etapas que todo deportista debe pasar».
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