Una barrera para el empleo femenino

Menos del 7% de las contrataciones de mujeres se realizan fuera del sector terciario

D.L. Mirantes
12/11/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Una mujer trabaja en un laboratorio ubicado en Navatejera. | DANIEL MARTÍN
Una mujer trabaja en un laboratorio ubicado en Navatejera. | DANIEL MARTÍN
Los avances que han alcanzado las mujeres en el mercado laboral no son ni mucho menos suficientes para poder hablar de igualdad. A las barreras que cada trabajadora tenga que hacer frente de manera individual se suman otros factores propios de la estructura productiva quereducen unas opciones y potencian otras, lo que supone una constatación de la vigencia de los roles que durante generaciones han marcado el acceso al empleo de hombres y mujeres.

En este contexto, de acuerdo con las cifras oficiales de Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), el desglose por sectores de la contratación femenina en el pasado año se tradujo en 880 contrataciones en agricultura, 3.832 en la industria, 247 en la construcción y 67.097 en el sector servicios. Es decir, de los 72.056 contrataciones registradas, tan solo 4.959, el 6,8% se produjeron fuera del sector terciario.

Cabe matizar, que la estadística anterior, extraída del‘Informe del Mercado de Trabajo de las Mujeres’, está marcada por la falta de industria en la provincia leonesa, puesto que las vecinas Palencia y Valladolid y Burgos registraron 16.823, 13.164 y 11.279, respectivamente. La comparativa anterior se agrava si el análisis se traslada al ámbito relativo.

En términos porcentuales, si la industria aglutinó tan solo el 5.3% de las contrataciones de mujeres en León en el pasado ejercicio, en Palencia fue el 40,6%, con el 58,8% en el sector servicios. En Valladolid la tendencia no es tan marcada como en Palencia, pero aún así duplica la tasa leonesa con casi el 12% de las contrataciones (13.164 de 110.367) en la industria y el 85% en los servicios,siete puntos menos que en León. Por último, en Burgos la industria fue el sector para el 16,7% de las contrataciones femeninas, con 11.279 contratos de 67.512 total. Los servicios en esta provincia aglutinaron el 80,2% de las contrataciones.

La importancia de la industria como motor del empleo también para las mujeres queda patente en la apreciación vertida por el Sepe en el informe que establece que la tendencia al alza en el desempleo en los últimos diez años se mantiene, "salvo el sector industrial que ha logrado situarse a un nivel inferior al registrado antes de la crisis". Sin embargo, la afirmación anterior se refiere al conjunto del país. En la provincia, el tejido industrial ha estado inmersos en una fuerte inestabilidad que ha alcanzado sus punto máximo con el anuncio del cierre de la fábrica de Vestas enel polígono industrial de Villadangos del Páramo, que se hará efectiva previsiblemente a principios de próximo año.

Por otra parte, en una provincia que está castigada por la falta de alternativas laborales en todos los sentidos, no se debe perder de vista que "la industria fue el sector que proporcionó más estabilidad laboral a las nuevas ocupadas, aunque fue inferior al registrado por los hombres", según concluye el Sepe. "Solo uno de cada cuatro nuevos empleos ocupados por mujeres en la industria fue temporal, mientras que entre los nuevos trabajadores varones la temporalidad cayó hasta producirse una ligera reducción interanual", concretan.

"Claras diferencias de género"

Las cifras referidas a la provincia encuentran su respaldo en la tesis que defienden los autores del estudio, que afirman que "la evolución de la distribución de la afiliación por sectores en el último quinquenio muestra claras diferencias de género". De forma más específica, en clave nacional, «en la industria, el número de mujeres afiliadas creció casi dos puntos porcentuales por encima de los trabajadores, mientras que en la construcción, uno de los sectores más masculinizados, el aumento de afiliados creció más de trece puntos por encima de las mujeres. Por su parte, en el sector servicios, el número de mujeres y hombres crecieron casi al mismo ritmo". Otro dato revelador que evidencia la persistencia de los roles en el empleo con actividades feminizadas y masculinizadas establece que «las quince actividades con mayor número de trabajadoras aglutinan al 75 % de las afiliadas, y todas se relacionan con el sector servicios, a excepción de la industria de la alimentación". De este modo, en España, "el comercio minorista encabeza la lista de las actividades más habituales entre las trabajadoras, con un 13,93 % de las afiliadas, seguida por las actividades sanitarias, servicios de comidas y bebidas, educación y Administración Pública". Los datos que ofrece el informe, según el Sepe, "son un reflejo de la situación y de la realidad que configura el mercado de trabajo con una mirada al presente, considerando de forma retrospectiva la tendencia y evolución de los últimos años, pero también un especial énfasis en analizar el posible comportamiento y evolución de las variables que componen dicho mercado, tanto a corto como a medio plazo".

Por todo ello, esta 'radiografía' regular del Ministerio de Empleo y Seguridad Social muestra la brecha que existe en el mercado laboral español, autonómico y provincial, más marcada en el caso de León por la propia estructura económica y productiva. Con el diagnóstico en la mesa se hace urgente encontrar soluciones.
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