Un problema presente

La sangría poblacional y el envejecimiento son uno de los mayores problemas de la provincia que no ha logrado ser corregido hasta la fecha por ninguna de las políticas puestas en marcha por las Administraciones y que condiciona el futuro

La solución a los problemas del envejecimiento y de la despoblación no se puede dejar para el futuro porque está en la sociedad actual
05/12/2015
 Actualizado a 18/09/2019
Tan importante como tratar de asegurar el futuro de un territorio es saber para quienes o para cuantos se está trabajando. En el caso de León, la población más joven, los que no han cumplido aun la edad legal son 66.132 y representan el 13,8% de todos los residentes en la provincia (477.528). En el lado opuesto, los mayores de 65 años, la edad de jubilación, son 123.215, el 25,8%. Detrás de los datos que ayer hizo público el Instituto Nacional de Estadística (INE) se esconde el fantasma de la desertización humana de la provincia y de cambios profundos en la sociedad, además del amenazar directamente el Estado de Bienestar como lo conocemos actualmente. El futuro es cada vez más incierto porque la tendencia refleja una pérdida constante de residentes leoneses que emigran al extranjero o hacia otras provincias más con más oportunidades, especialmente hacia las capitales. A eso se suma el saldo vegetativo negativo que evidencia el fracaso de las políticas para fomentar la natalidad. El fenómeno es complejo y afecta a toda Europa, pero León, junto con todo el noroeste de España, representa uno de los ejemplos representativos del problema.No obstante, lo que sí es evidente es que el problema no está en el futuro, sino el presente y cada día que pasa se pierden oportunidades para solucionar lo que en unos años puede no tener solución.
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