¿Un leonés Nobel de Física?

Sergio Boixo y su equipo de Google podrían optar al galardón por alcanzar la supremacía cuántica con su cálculo 'imposible'

Víctor S. Vélez
05/01/2020
 Actualizado a 05/01/2020
Sergio Boixo, el leonés que trabaja en Google. | L.N.C.
Sergio Boixo, el leonés que trabaja en Google. | L.N.C.
El pasado mes de octubre Google anunció que había alcanzado la supremacía cuántica. Un hito sin precedentes para los entendidos, y una proeza difícil de explicar para los que no son tanto, en el que un leonés tuvo un papel capital. Sergio Boixo, con raíces en Vegas del Condado, diseñó la parte teórica del experimento que resuelve en un par de minutos un problema académico que con superordenadores convencionales habría llevado unos 10.000 años. Pero, ¿podría ser esta espectacular plusmarca candidata a un Premio Nobel?

Para muchas voces sí y eso supondría que, por primera vez en la historia, un leonés entrara en la carrera del Premio Nobel de Física. No obstante, la decisión de que el equipo de Google del que forma parte Boixo sea candidato a este prestigioso galardón corresponde a la Real Academia de las Ciencias de Suecia, que actúa como tribunal del mismo.

El Nobel de Física de 2019 se entregó este mismo mes al canadiense James Peebles y a los suizos Michel Mayor y Didier Queloz, por el descubrimiento de un exoplaneta que orbita una estrella de tipo solar, y la carrera por el próximo ya ha comenzado. El proceso se inicia cuando la institución sueca envía entre 600 y 700 invitaciones a reconocidas organizaciones y personalidades de todo el planeta para que sugieran candidatos.

Recibidas todas estas secretas propuestas comienza el proceso de selección del que se encarga un comité de expertos. Entre febrero y marzo se prepara una lista de 15 o 20 candidatos en las que es más que probable que el leonés y su equipo de Google tengan cabida. Posteriormente, la criba se reduce a tan solo cinco postulantes.

A principios del mes de octubre, el comité elige quién se llevará el galardón por una mayoría simple de votos. Esta decisión es definitiva, no tiene apelación y, en el caso del Nobel de Física, nunca ha llevado un nombre español.

Las opciones


El presidente del Grupo Especializado de Información Cuántica de la Real Sociedad Española de Física (RSEF), Román Orús, considera que «es un hito» pero no se moja sobre la posibilidad de este posible Nobel para León. "Es mérito de todo el equipo de Google y también de toda la comunidad porque hay mucha competencia en la comunidad que está llevando a muchos progreso", considera el físico donostiarra.

Por su parte, Eduardo García Ortega, físico y profesor en la Universidad de León (ULE), también traslada la responsabilidad a la Academia de las Ciencias de Suecia y matiza que, en muchas ocasiones, este reconocimiento se suele dar "transcurrido cierto tiempo para valorar su trascendencia histórica del hecho premiado». «Creo que la computación cuántica se llevará un Nobel, lo que no sé es cuándo", considera el especialista.

Alfonso Rubio-Manzanares, coordinador de Computación y Ciberseguridad Cuánticas de Ametic, también opina sobre las opciones de Boixo asegurando que «nunca se sabe». Como una de las voces más autorizadas en la materia, incluye al también español Ignacio Cirac en esta carrera por el Nobel. "Sergio Boixo podría ser un ‘Nobel’ en el futuro porque no se suele dar a gente tan joven. Ahora, sinceramente lo dudo, pero nunca se sabe", señala Rubio-Manzanares.

La leonesa Andrea Rodríguez Blanco, fundadora de Q-Lion y una gran experta en el sector, califica de "admirable" el trabajo teórico y experimental puesto en marcha desde Google. Sin embargo, no entra a valorar la posible concesión del premio a Boixo sugiriendo que es probable que el cálculo "no será la definición estándar que usaremos el día de mañana para referirnos a procesadores cuánticos con cierta ventaja respecto a los ordenadores tradicionales". "Este logro nos sirve para decir que vamos en la dirección correcta", expone Rodríguez Blanco.

Utilidad del cálculo


Según Orús, el hito publicado en 'Nature' es algo que "jamás se había hecho" y ya se le está empezando a encontrar "utilidad práctica", aunque aparentemente se tratará de resolver simplemente un problema "académico". Las bases teóricas de Boixo son una primera piedra para el avance de la computación cuántica que, una vez desarrollada, supondría una auténtica revolución. Las aplicaciones llegarían en campos como las finanzas, las ciencias biomédicas, la logística, la criptografía o la inteligencia artificial.

García Ortega ve el cálculo de Google como "una piedra de toque que permite calibrar el valor que se vislumbra en la computación cuántica". "El gran reto es saber si seremos capaces de construir ordenadores cuánticos que sean capaces de desarrollar todo el potencial que se les supone", plantea el profesor de la ULE.

Finalmente, Rubio-Manzanares expresa que el trabajo de Boixo "abre la puerta a cálculos que los ordenadores de ahora no pueden hacer". "Estas computadoras están en una fase muy inicial. La importancia de esta supremacía cuántica es que se ha hecho algo que nunca antes se había logrado", asegura el responsable de cuántica de Ametic.

Otra leonesa 'cuántica'


Pero Boixo no es el único leonés en el campo de la cuántica. Andrea Rodríguez Blanco también hace sus 'pinitos' en Q-Lion desarrollando software de corrección de errores del ruido generado por este tipo de procesadores. "Los ordenadores cuánticos prometen tener un gran potencial, pero para hacerlo realidad resulta necesario algún tipo de protección ante el ruido", explica la leonesa.

Rodríguez Blanco comenzó a interesarse en la computación cuántica gracias a una escuela de verano en Innsbruck (Austria) en 2014. El sector todavía se encuentra bastante inexplorado en León, a pesar de la apuesta de la capital por sectores tecnológicos, pero eso no es impedimento para que algunos leoneses estén trabajando mucho y, sobre todo, estén trabajando bien.

La fundadora de Q-Lion también sugiere, para este despegue de la cuántica en León, que el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) estudie cómo de factible sería incorporar protocolos de criptografía basados en modelos cuánticos como se está haciendo en otros países. "Igualmente, el ámbito bio no debería cerrarse a ramas de investigación relacionadas con sensores cuánticos, con los cuales se están obteniendo resoluciones a escala atómica, lo cual podría ser útil para estudios moleculares", plantea Andrea Rodríguez Blanco.
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