Un estudio ataja el pronóstico de pacientes con dolor cervical

En la investigación toma parte el profesor leonés Jesús Seco y cuenta con la participación de 3.000 pacientes de toda España, incluida la comunidad

S.J.
11/07/2021
 Actualizado a 11/07/2021
El investigador Jesús Seco (izquierda), Elena Martínez, del Hospital Ramón y Cajal, y Francisco Kovacs. | ICAL
El investigador Jesús Seco (izquierda), Elena Martínez, del Hospital Ramón y Cajal, y Francisco Kovacs. | ICAL
El profesor e investigador leonés Jesús Seco, miembro de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (Reide) y del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed), ha formado parte de un estudio científico con el que se han logrado identificar los factores que permiten predecir la evolución del dolor cervical, permitiendo además calcular la probabilidad de mejoría individual de cada paciente según sus características personales (demográficas, sociales, clínicas y radiológicas) y el tratamiento que se le aplique. Esto supone por tanto individualizar los tratamientos para recuperar a los pacientes, con lo que se consigue un avance trascendental en este tipo de dolencias.

Se trata del estudio más amplio realizado en el mundo en este campo y el único basado en datos de pacientes atendidos en la práctica clínica habitual, y no en un ámbito experimental. Y para ello se ha contado con más de 3.000 enfermos de toda España, incluidos algunos de Castilla y León.

La investigación se centra en el cálculo de la probabilidad de que los tres principales aspectos de esta dolencia (la intensidad del dolor del cuello, la intensidad del eventual dolor irradiado al brazo, y el grado de restricción que conllevan en las actividades cotidianas) hayan mejorado tres meses después de que sean atendidos por dolor cervical.

Otro de los avances logrados con este estudio es que han creado una aplicación informática con los resultados de este estudio y única en este campo, que automatiza el cálculo del pronóstico individual de cada paciente y permite anticipar cómo se modificará su evolución en función del tratamiento que se aplique en su caso concreto. De hecho, esta herramienta es de uso libre y gratuito, y está disponible en la web.

Esta aplicación permite que el usuario, ya sea médico, fisioterapeuta o paciente, tiene que introducir los datos solicitados para que se le muestre la probabilidad de que, en un plazo de tres meses, el dolor del cuello, el eventual dolor irradiado al brazo y el grado de discapacidad, hayan mejorado significativamente o hayan desaparecido. Modificar los datos también permite cuantificar el impacto que tendrá el tratamiento en cuestión en la probabilidad de mejoría en su caso concreto.

«El dolor de cuello es una de las cuatro principales causas de discapacidad en el mundo», explica el primer autor del estudio. «Este estudio hace posible predecir de manera fiable la evolución de cada paciente y anticipar cómo se va a modificar ésta en función del tratamiento que se aplique. Eso permite también al paciente participar activamente, junto con los médicos o fisioterapeutas que le atienden, en las decisiones clínicas que le afectan, al hacer posible que coteje los riesgos y molestias de cada tratamiento con la mejoría del pronóstico que va a conllevar en su caso concreto», el también director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda.

Los autores del estudio utilizaron modelos predictivos multivariantes de regresión logística para analizar el eventual valor pronóstico de los treinta y siete parámetros que estudios previos sugerían que podían asociarse a la evolución del dolor o la discapacidad. Estos 37 parámetros incluyeron factores socio-demográficos (como edad, sexo, situación laboral o percepción de baja laboral), clínicos (como intensidad y duración del dolor del cuello y del dolor irradiado, grado de discapacidad, procedimientos diagnósticos realizados -radiografía, resonancia magnética, electromiograma, etc.-, o los tratamientos aplicados -distintos tipos de fármacos, fisioterapia, rehabilitación, intervención neurorreflejoterápica, infiltraciones, etc.-), y los hallazgos radiológicos observados en cada paciente (como la presencia de hernia discal, estenosis espinal, signos degeneración discal o de la articulación facetaria, etc.).

El 74% de los participantes en este estudio eran mujeres; la media de duración del dolor de cuello era de 180 días y la intensidad media del dolor de 6,6 puntos para el dolor cervical y de 6,0 para el dolor irradiado al brazo (en una escala en la que «0» corresponde a «ausencia de dolor» y «10» al dolor más intenso que se pueda imaginar).
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