Nada material, porque lo que sí que tienen es el cariño y la solidaridad de sus vecinos y compañeros de trabajo. Elena es ayudante de cocina en el Aitalas Restaurante de Sahechores de Rueda donde ha comenzado una campaña solidaria para colaborar con su compañera. "Mucha gente en el pueblo quería ayudarla y como hacerle un donativo a ella podía ser más frío, pensamos en colocar el bote en el restaurante", explica Paula Fernández, impulsora del proyecto del Lago de Sahechores. A los vecinos se sumaron también el resto de los empleados del establecimiento que quisieron ofrecer su apoyo económico a su compañera.
Por ello, Elena se siente "encantada y emocionada". "Mi suegro decía que "el dinero y los cojones son para las ocasiones" y desde luego mis compañeros han demostrado tener mucho de eso", detalla emocionada.
Pérdidas irreparables
Tanto ella como su marido aún no han podido asimilar los hechos acontecidos este domingo. El origen del incendio fue accidental y, hasta el momento, desconocido. Los Bomberos tardaron una hora en llegar, porque están a 52 kilómetros del municipio, y los trabajos no fueron sencillos. "Como estos pueblos están dejados de la mano de Dios no tienen bocas de riego ni nada", lamenta Elena, "y los efectivos se quedaron sin agua y no tenían como repostar". Apostilla que pese a los problemas, los trabajadores "fueron encantadores" durante todo momento.
Elena espera a que llegue el seguro para que pueda esclarecerse lo ocurrido y valore las pérdidas. No obstante, muchas de ellas no tendrán reparación. Ella era criadora de gatos de la raza Maine Coon y todos ellos perdieron la vida durante el incendio. Elena y su marido se han trasladado a la casa de unos familiares y desde allí tratarán de conseguir que todo vuelva a la normalidad lo antes posible. Con el acompañamiento de vecinos y compañeros como los suyos seguro que será mucho más fácil.