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Tropelía histórica

29/01/2022
 Actualizado a 29/01/2022
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Basado en hechos reales. Aunque pueda parecer que lo que les voy a contar a continuación puede ser pura ficción, les garantizo que no es así. Mi rotundidad al respecto viene dada porque he sido testigo directo de una tropelía histórica, protagonizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León.

¿Quién me iba a decir que cuando presentamos el documental ‘Coyanza-1975, Democracia Nuclear’ a una convocatoria de subvenciones, nos toparíamos con una historia digna de otro documental sobre los entresijos que se esconden tras la asignación de dinero público a una u otra solicitud? Llevo semanas intentando tirar del hilo para conseguir entender qué ha podido ocurrir para que un documento oficial, firmado por la jefa del servicio de Promoción Cultural de la Consejería de Cultura, contenga una serie de afirmaciones y justificaciones alejadas de la realidad, por decirlo de manera elegante. He hablado también con varios responsables políticos para ponerles en preaviso de lo sucedido, con el único afán de hacerles saber que algo ha fallado en el sistema. O mejor dicho, que el sistema sí funciona para ciertos intereses, pero que queda con las vergüenzas al aire cuando alguna persona no agacha las orejas y tiene la desfachatez supina de pedir información. Ahí está quizás el problema, al no estar acostumbrados a dar explicaciones, cuando alguien las pide, cometen errores, que no sé si son provocados por la prepotencia o por la ignorancia.

A día de hoy me acecha una gran duda, que espero resolver cuando en aras de la transparencia la Consejería de Cultura me responda con el nombre y currículum de los integrantes de la comisión de expertos que han hecho un trabajo de revisionismo histórico digno de elogio. Puestos a pedir, también he solicitado el acta de la reunión en la que supuestamente los allí presentes aprobaron sin ningún tipo de decoro poner en duda el valor histórico del movimiento antinuclear de 1975 en la provincia de León, tras conocerse la intención del régimen franquista de construir una central nuclear en Valencia de Don Juan. Parece que para algunas mentes pensantes, que toda una comarca se uniera y protagonizara las primeras manifestaciones masivas en la capital leonesa desde la Guerra Civil, es algo anecdótico. Otra posible explicación es que quizás alguna persona de la Consejería de Cultura se haya venido arriba y para justificar una decisión, cuanto menos dudosa, se haya aventurado a exponer unos argumentos de cosecha propia. Sea de una u otra manera, alguien tendrá que dar explicaciones. Continuará…
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