En lo que va de año Borrenes ha sumado ocho robos en viviendas, en muchos casos con sus propietarios dentro, el último el sufrido por Hortensia Cuadrado, una mujer que se estaba recuperando de una operación compleja de corazón y que vio como a las 2:30 horas de la mañana alguien forzaba la persiana de la ventana de su cocina para entrar en su casa. Ella estaba durmiendo en el salón, por la imposibilidad de hacerlo en la habitación, en la parte alta de la vivienda, y escuchó ruidos que le hicieron comenzar a gritar. Eso ahuyentó a los ladrones que no pudieron hacerse con el botín que perseguían. Pero este es uno más de los robos por los que los vecinos están preocupados, sobre todo porque Borrenes es un pueblo pequeño, que cuenta con unos 80 vecinos y unos 25 viven solos y son mayores. "A los ladrones no les importa entra cuando están dentro o cuando están impedidos", dice el hermano de Hortensia.
"La gente tiene miedo" reconoce "mi hermana está destrozada anímicamente". Pese a que han dado cuenta a la Guardia Civil del suceso y se les ha confirmado que están averiguando quiénes están detrás de estos robos, lo cierto es que aún no ha habido detenidos. En el pueblo ha comenzado a especularse sobre la autoría de los asaltos que, en algunos casos se producen con los ladrones utilizando los tejados como entrada incluso "no tienen ningún miedo a que haya personas dentro", dicen con preocupación.
Ha habido otros casos, como el de un hombre, ya fallecido, que, a sus 88 años vio como le robaban en su propia habitación. Él dejaba los pantalones sobre la cama y en ellos su dinero. Los ladrones le robaron y dejaron el pantalón en la cocina. Otro vecino, tras asistir al entierro de su madre, al día siguiente, también fue víctima de un robo, en el que se llevaron hasta una escopeta de caza que tenía en casa.
Los vecinos esperan que se tomen medidas y el hermano de Hortensia llega a pedir que se analice la posibilidad de colocar cámaras en las calles para poder controlar estas entradas, casi siempre nocturnas y aportar seguridad a un pueblo "en el que viven personas mayores, muy vulnerables".