Tras la reunión mantenida a ultima hora de la tarde de ayer por el CECOPIA, la Junta de Castilla y León trasladó un avance positivo en la evolución de los incendios forestales que afectan a varias provincias de la comunidad, especialmente en León, donde se aprecia una disminución de la intensidad en diferentes frentes. Esta evolución ha permitido rebajar el Índice de Gravedad Potencial (IGR) de varios focos, aunque todos ellos continúan bajo estrecha vigilancia.
Los incendios de Llamas de Cabrera, Anllares y Gestoso-Oencia han descendido de IGR 2 a IGR 1, al encontrarse sin llama, sin riesgo para la población y sin cortes en la red viaria. Aun así, se mantiene el trabajo de enfriamiento y control para evitar reproducciones. En cuanto a los incendios autonómicos que afectan a más de una provincia, el de Barniedo de la Reina-Cardaño de Arriba (León y Palencia) también ha bajado a nivel 1, mientras que el de Canalejas ha descendido hasta el índice 0 tras no registrar reactivaciones.
Durante la tarde del domingo se registraron dos nuevos incendios en la provincia de León, en Garaño (Soto y Amío) y Molinaseca, ambos inicialmente clasificados como IGR 2. Ninguno de ellos presenta un origen natural confirmado y el fuego de Molinaseca muestra ya una evolución favorable.
En el caso del incendio de Fasgar-Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, dada su cercanía y la necesidad de una gestión técnica única, se ha unificado bajo una sola dirección, aunque en su origen fueran dos focos distintos. Por su parte, el incendio autonómico de Porto-La Baña, que se extiende entre León y Zamora, continúa en IGR 2. En la parte zamorana el perímetro está prácticamente controlado, pero en La Baña se mantiene cierto riesgo para la población, lo que justifica mantener el nivel de alerta.
La provincia de León cerró este domingo con un balance de 716 personas desalojadas de una docena de poblaciones a consecuencia de estos nuevos focos. “Posiblemente, con casi total seguridad, tienen detrás la mano del hombre”, señalaron fuentes oficiales.
El delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Diego, explicó que, a pesar de que la situación obligó a “redistribuir efectivos, trabajar de forma intensa en ambos para que no hubiera problemas durante la noche y a cambiar la planificación”, la jornada puede calificarse como “muy positiva”. Esto, subrayó, ha sido posible “gracias fundamentalmente al esfuerzo y trabajo de los profesionales del operativo contraincendios desplegados por toda la provincia”, lo que permitió reducir de siete a cuatro los incendios en nivel 2.
Además, los vecinos de Argayo del Sil y Anllarinos del Sil han podido regresar a sus casas, aunque permanecen en situación de confinamiento preventivo. Sin embargo, la reactivación del incendio de Fasgar obligó a desalojar nuevamente a 150 vecinos de cinco localidades que ya habían sido realojados el sábado, si bien el fuego “evoluciona hacia una mejor situación”.
“El trabajo que se viene desarrollando va dando resultados en los diferentes puntos de la provincia y esperamos que mañana sigamos en esa misma evolución, de modo que los incendios de Molinaseca, Garaño, La Baña y Fasgar avancen hacia una situación más favorable”, concluyó Diego.