Agentes de la Policía Nacional han desarticulado el coro “4 Chorros” de la banda juvenil Dominican Don’t Play (DDP), asentado en el distrito madrileño de Carabanchel y con actividad en toda la Comunidad de Madrid. La operación se ha saldado con 11 detenidos, diez en Madrid y uno en la provincia de León, acusados de tentativa de asesinato, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. Diez de ellos han ingresado en prisión provisional por orden judicial.
La investigación se inició el pasado 14 de enero, tras una brutal agresión en el distrito de Usera, zona de influencia de la banda rival de los Trinitarios. En ese ataque, varios jóvenes se apearon de un vehículo y abordaron a un varón en plena calle, obligándole, bajo amenazas, a realizar gestos de humillación hacia los Trinitarios. A continuación, le dispararon a corta distancia en el tórax, causándole una lesión medular irreversible, y continuaron agrediéndole con un machete en la cabeza y en los brazos. La víctima no tenía vínculos con ninguna banda.
Durante la operación, los agentes practicaron nueve registros domiciliarios simultáneos, donde se intervinieron un subfusil de asalto y un revólver de imitación, armas blancas tipo machete y navaja mariposa, elementos balísticos, dispositivos electrónicos, ropa y simbología de la banda, así como el vehículo implicado en los hechos. También se incautó literatura identificativa de los DDP, organización caracterizada por un férreo control interno basado en la violencia.
La investigación ha permitido además esclarecer otro suceso ocurrido el 22 de diciembre en la calle Alberto Palacios, donde se utilizó la misma arma de imitación, aunque en aquella ocasión no hubo heridos.
Según la Policía, los detenidos son miembros probados del capítulo “4 Chorros”, considerado una de las células más activas y violentas de la banda en Madrid. La operación supone un duro golpe al control territorial de los DDP en la capital, aunque la investigación permanece abierta y no se descartan nuevas detenciones.