El Bierzo despide hoy a uno de sus artistas más prodigiosos, Óscar Vázquez, que falleció el pasado domingo 23 de noviembre a los 48 años tras una valiente lucha contra el cáncer. Su partida deja un profundo vacío en la escena musical local e internacional, donde su talento y pasión marcaron a varias generaciones.
Desde los 17 años, Óscar desarrolló un especial interés por la música electrónica, aprendiendo de manera autodidacta los secretos de la mezcla y la producción, con un enfoque centrado en sonidos Progressive que rápidamente destacaron por su creatividad y refinamiento.
En el año 2000 comenzó su trayectoria profesional como DJ en el legendario club R2 de Ponferrada, donde empezó a ganar seguidores y reconocimiento. Su carrera le llevó a tocar en clubs y festivales de Rusia, Argentina, Inglaterra, Austria, Croacia y Eslovenia, consolidando su nombre más allá de nuestras fronteras.
En 2002 se estrenó como productor, y su música pronto captó la atención de numerosos sellos discográficos de prestigio internacional, incluyendo Beatfreak, Doppelgaenger, Wasabi, Rpo Records, Particles, Univack, Lowbit, Dopamine Music, entre otros. En 2017, junto al artista berciano Pablo Muñiz, fundó su propio sello, The Way Records, dejando un legado que trascendió la música local. Sus producciones fueron incluso pinchadas por grandes figuras internacionales como Markus Schulz, John Digweed, Hernán Cattaneo, Marko Nastic, Nick Warren o Martin García.
Además, Óscar contribuyó a la difusión de la música electrónica participando en espacios de radio internacionales, como Off Radio – Radio 3 RNE (España), MixOne (Argentina), Proton (EE.UU.) o Frisky (Canadá), y formó parte de colectivos culturales como Electronic Colors (Madrid) y Origen Vibes (Ponferrada), apoyando la escena underground y promoviendo nuevos talentos.
El grupo Origen Vibes compartió un sentido mensaje: “El legado de Óscar Vázquez trasciende la vida, y habitará en la música y en nosotros eternamente”.
Ponferrada y El Bierzo pierden hoy a un maestro, un creador y un referente cuya música seguirá sonando en cada rincón del mundo que la disfrutó.