Sin salirse del carril

07/12/2022
 Actualizado a 07/12/2022
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A más del 90% de la población les han embutido en el 5% del terreno del que disponemos para vivir. A menos del 10% de la población le tienen mirando para los carteles fosforito de ‘Se vende’ que van creciendo en puertas y ventanas de casas que ya hace tiempo que no echan humo por sus chimeneas, antes incluso de que fuera imposible encontrar carbón para ellas.

Y así es como para embutir a tanta gente en tan poco espaciohan ido construyendo —habilitando en lenguaje político— un carril para cada colectivo. El carril bici, el carril paisano, el parque perro, el parque niño, el parque sin perro, la calle de ida, la de vuelta, el paso de peatones, el metro de mirar escaparates, rincones para toser, terrazas para beber con vistas a la pared, terrazas para fumar con vistas al letrero de ‘Prohibido fumar’, la cola de vacunarse, la de pagar el alquiler de nueve a once, incluso hay calles en la ciudad y carreteras que llegan a ella, le llaman alfoz.

Y no te salgas del carril, que te vigilan. Incluso no aparques mucho tiempo dentro del carril, que te tienen vigilado por la matrícula.

Mientras tanto, en los espacios sin carril ni quien se lo ponga siempre habrá un lugareño sentado sobre la pared del huerto esperando a que pase algún coche y le pregunte por dónde se va a unas cuevas que vieron hace 70 kilómetros una flecha que indicaba que por aquí... pero no paran, van escuchando a una máquina que les avisa de que a 300 metros habrá un cruce y después debe seguir por dirección sureste.

No hay manera de hablar con nadie. Ocurrirá que unos morirán de la soledad de no conocer a los vecinos que andan por el carril y otros de la soledad de no tener vecinos, ni carril. Si les diera por hablar entre ellos.
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