Sin gaitas y asentando bases: Cambios en Jesús Divino Obrero

Con la mitad de sus músicos renovados, la agrupación musical de la hermandad es un símbolo de alegría para barrio del Ejido

20/04/2025
 Actualizado a 20/04/2025
David Vilacorta, a los mandos de la agrupación en los ensayos de Jesús Divino Obrero en su iglesia parroquial. | L.N.C.
David Vilacorta, a los mandos de la agrupación en los ensayos de Jesús Divino Obrero en su iglesia parroquial. | L.N.C.

La Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero, la primera banda nacida en el seno de una cofradía en León, comenzó su andadura en 1959. Más de seis décadas después, los músicos que ahora representan el emblema de Jesús Divino Obrero mantienen la esencia de esta hermandad, ser un símbolo de alegría y unidad para el barrio del Ejido. Este año, por primera vez desde que llegaron el pasado siglo a la que primero fue banda de cornetas y tambores, no habrá gaitas en las filas de los de blanco y morado. Ni en Semana Santa, ni en el Domingo de Resurrección. 

«La evolución musical nos ha llevado a tener que prescindir de ellas, por volumen y porque es muy difícil encontrar personas que quieran tocar la gaita. Además, una gaita te cuesta lo mismo que cuatro trompetas y una hermandad pequeña como esta no se puede permitir», explica David Vilacorta, director musical de la agrupación desde hace casi tres años. «La gaita es un instrumento bastante limitado y con un timbre alegre, muy dulce y melódico que al final es poco acorde con la Semana Santa, más allá del Domingo de Pascua», añade.

La dirección tuvo en verano una reunión con las gaitas y se les dijo que su papel iba a reducirse, «porque no podíamos contar con ellas en todas las marchas y fueron ellas mismas quienes dijeron que, si iban a tener un papel secundario, preferían no seguir», explica David. Así, de las cinco que eran, tres dejaron la banda y las otras dos se pasaron a corneta. 

Jesús Divino Obrero cuenta esta Semana Santa con 51 componentes. «Es una banda antigua, pero renovada. Estamos asentando bases, con un grupo muy joven, con la mitad de los componentes nuevos», explica David al finalizar uno de los ensayos de la formación en el coro de la iglesia parroquial de Jesús Divino Obrero. Allí, al guardar el instrumento, finalizan cada viernes el ensayo con una merienda, como buena vía para hacer hermandad.

David es el autor de una de las marchas propias de la banda, ‘Vencida la muerte’. «Cuando escribo una música, me gusta que tenga un significado y el inicio lo imaginé como la bajada de Jesús a los infiernos, con una parte muy lúgubre, y luego ya entra toda la banda en una parte más alegre cuando Jesús abre las puertas del cielo», explica. 

Además, este año estrenan la marcha ‘Un hombre nuevo’, obra de Víctor, un joven compañero de 18 años de la Agrupación Musical del Gran Poder. Un año en el que han estrenado traje de gala antes de una Semana Santa cargada de procesiones, en La Bañeza, Mansilla, Ponferrada y León, en las procesiones del Gran Poder, los Pasos, las Siete Palabras y las dos de su hermandad que cierran la Semana Santa leonesa. «Antes de que entrase yo, me comentaban que querían tocar en menos procesiones, pero es para lo que estamos trabajando todo el año. Si estás ensayando todo el año y tienes entusiasmo, es lo que debemos hacer», añade. 

Una marcha
«‘Esperanza madre del amor’, de Despojado de Jaén»

Un referente
«La Redención, pero el espejo en el que me miro ahora es la Agrupación de Santa María Magdalena de Arahal»

Un momento 
«El Domingo de Resurrección, con el Encuentro, cuando esperan ese momento y se quitan los capillos»

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