La noche leonesa encuentra su Redención

A ritmo de horqueta, los hermanos de rojo y negro enmudecieron a la ciudad con su tradición, tras el paso del Gran Poder y del inmemorial Dainos

24/03/2024
 Actualizado a 24/03/2024
Noche cerrada este año para la salida de la Redención en Carbajalas. | MAURICIO PEÑA
Noche cerrada este año para la salida de la Redención en Carbajalas. | MAURICIO PEÑA

Tiene la tarde del Domingo de Ramos una intensidad similar a la de los días centrales de Jueves y Viernes. Los papones de acera apenas tuvieron ayer tiempo de terminar una procesión para ver la siguiente, pues hasta tres largos cortejos de túnica y capillo salieron a la calle ante la mirada de miles de leoneses que aguardaron ya largas esperas hasta que, por fin, veían asomar el coche de policía y, tras él, la cruz de guía correspondiente. El buen tiempo continuó y la tarde quedó para el recuerdo grabada en las retinas de todos los vecinos y turistas que aman este sentir de la Semana Santa. 

La primera procesión fue la del Gran Poder, que salió con puntualidad a las cinco de la tarde desde las Trinitarias, tras la bendición y ofrenda musical de las nuevas imágenes que conformaban el primer paso, los Apóstoles. Vio la calle por primera vez un paso de gran altura, que estuvo acompañado por las marchas de la Agrupación Musical del Desenclavo.

El titular de la penitencial de negro y plata, el Cristo del Gran Poder, mostró todo su esplendor al ir bien marcado y mecido a ritmo de la Agrupación del Gran Poder, que ponía su música también a la Expulsión en el Templo, adornado con rosas azules y negras y ornamentos frutales en las torretas que simulan el templo.

Poco después salió a la calle el San Juan, cuyas fieles braceras pujaron con las alegres gaitas de la Agrupación de Jesús Divino Obrero. Cerró la procesión la Virgen del Gran Poder, con su imponente altura, palio y manto rojos bordados en oro y con bailes casi continuos al ritmo de las marchas de la Banda de Música de Jesús. 

Algo ya más tarde, quince minutos antes de las ocho, el recogimiento, silencio y tradición se adueñó del convento de los Capuchinos, en San Francisco, donde tomó salida la procesión del Dainos, antaño Rosario de la Buena Muerte, que organizó un año más la Orden Franciscana Seglar, junto con la Cofradía del Cristo de la Expiración y del Silencio. Abría paso el habitual grupo de dulzainas y tambores de la Sobarriba en una procesión que incluye pendones y respira León por los cuatro costados.

Jesús Nazareno ‘el Dainos’, que representa una de las tres caídas de Cristo, caminó por las calles regias a los hombros de la penitencial más humilde de León con la Banda de Música de las Siete Palabras y el canto de la ‘Buena Muerte’ por parte de un grupo de mujeres. Al filo de las diez de la noche, llegó ‘el Dainos’ a Santa Nonia, donde se encontró con su Madre, gracias a la colaboración habitual de la Cofradía de Angustias y Soledad. 

El Domingo de Ramos no se entiende,  desde hace tres décadas, sin la última de sus procesiones. La plaza del Grano, ruidosa hasta entonces, enmudeció y estaba ya completamente a oscuras cuando la Redención anunció que ya era su hora. Tres minutos pasaban de las ocho y media cuando sonaron tres golpes en el portón de Carbajalas. «A vosotros os llamo, hermanos de la Cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención», se escuchó por los altavoces, y comenzó una de las procesiones más sobrecogadoras de la ciudad. Estaba escrito.

Las cornetas se hicieron escuchar con ‘Jesús del Prendimiento’ de la Agrupación del Nazareno para el primer paso de Jesús de la  Misericordia y la tradición mandó en La Saeta de la Agrupación de Angustias para la salida de la Divina Gracia. A ritmo de horqueta, los hermanos de rojo y negro lograron enmudecer al público, en una procesión en la que no existen los aplausos durante su caminar. Sin embargo, por segundo año consecutivo hubo aplausos –de apoyo, que no festivos– en la salida del Cristo de la Redención, que se coloca en el exterior del templo, y que se fue hacia un lado al subir los hermanos de la derecha antes que los de la izquierda.

Olvidado ya, la Agrupación de la Bienaventuranza interpretó el estreno ‘Cinco rosas’, dedicado al Cristo. Y así llegó la Redención de León.

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