La conversación era inevitable al ver al Jesús de la procesión (Félix Hernández Gago) caminar al lado del burro en la procesión de los Ramos y ‘la borriquilla’: "Súbete", la respuesta era que "no puedo por la nueva Ley de Protección Animal" y la broma demasiado fácil para que no surgiera: "Aquí no se libra ni Dios".
La verdad es que no les falta razón. La estampa de este día en Santa Lucía era la que rememora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, y lo hacen siguiendo los pasos de la Biblia: "Id a la aldea que tenéis enfrente y encontraréis enseguida un asna atada, con un borrico al lado; desatadlos y traédmelos". Santa Lucía es de los pocos pueblos que en vez de representar este pasaje con un paso lo hace en vivo, con la borriquilla y Jesús subido a ella... hasta este año, que se quedó en caminar a su lado.
Un nuevo revés que se suma al que ya reconocía el miembro de la Cofradía que al final de la procesión, cuando la comitiva entraba en la Iglesia, recogía el burro, que se convertía en el centro de atención y todos querían hacerse una foto con él: "Siempre habíamos pensado que el problema más grave era encontrar un burro, cada vez es más complicado, que el fin de la procesión tal como fue podía venir por ahí, pero...".
Y Félix Hernández, el Cristo viviente desde 1997, recuerda que "un año ya lo trajimos de un pueblo al lado de León, otro de La Vid, de Ciñera...".
- ¿Y el de este año?
- Este viene de Cabornera, de Fefo, que lo conocerás.
En fin, la entrada no fue tan triunfal pero se salvó el trago en una mañana soleada —"hay que aprovechar, que amenazan con mal tiempo"— el pueblo volcado, mucha gente en la calle, manteniendo la apuesta de este antiguo pueblo minero por la tradición de la Semana Santa.
A ver en qué queda lo del burro.