Los papones y paponas de acera y visitantes se fijarán a su paso en el manto, en el vestido, en la corona, en el rosario o la rosa que, quizá, lleve en la mano. Y algunos, seguramente muchos, valorarán y pensarán lo bella que está la Virgen. Porque una talla mariana está completa cuando tiene sobre su ‘cuerpo’ las mejores telas de la cofradía.
Son muchos los estilos entre los que un hermano vestidor puede optar, aunque "siempre adaptándose a la cofradía". Así lo explica Aitor Álvarez, vestidor de la Madre de la Divina Gracia, de la Cofradía Nuestro Señor Jesús de la Redención, desde el año 2016. "Suelo decir que fue Ella quien me lo pidió a través de la Junta de Gobierno y claro, fue un honor que me llamaran para vestir a la Divina Gracia", una imagen que "por supuesto" pujará esta tarde de Domingo de Ramos como un bracero más.
Aitor ya tenía experiencia, pues había sido ‘camarero’ previamente de la Virgen de La Soledad, de la Cofradía de Angustias y Soledad, hasta el año 2014, y también se encarga de preparar a la Virgen de la Misericordia, de la Cofradía Santo Cristo de la Bienaventuranza.
Amor filial y devoción
Empezó Aitor, con solo 14 años, a acompañar al antiguo vestidor de La Soledad, que por aquellos años 90, era Marcelino González. "Con él tenía una relación casi de padre e hijo y fui aprendiendo a base de práctica". No está solo Aitor en una labor tan detallada y devocional. A su lado siempre está Mario García, encargado de custodiar las telas, vestidos y manto de la Divina Gracia. "Él me acompaña durante el trabajo que realizamos el Sábado de Pasión, una vez la Virgen ha sido trasladada de San Marcos a las Carbajalas".Desvisten a la imagen de sus ropas de Cuaresma en una sala aparte, "resguardada de las miradas ajenas" y cuando ya la tienen lista para la procesión, queda expuesta para todo aquel que se quiera acercar a verla y, a comprobar, si Aitor ha añadido alguna novedad. "Siempre escucho al abad, por ejemplo el encaje del rostrillo, lo hablo con él" y explica que el rostrillo es la tela que rodea y realza el rostro de la Virgen. Aunque Aitor tiene libertad para darle su estilo personal, porque "no todo le conviene a una talla, hay que tener en cuenta su altura, la posición de las manos, el tono de piel..."


Autor de la imagen: Cofradía Cristo del Gran Poder
Pilar trabaja bajo la supervisión de Melchor Gutiérrez, director artístico de la cofradía con sede en San Lorenzo, y autor de la mayoría de tallas y tronos. El manto de terciopelo rojo que estrena la imagen este año ha sido realizado por el equipo de bordado de la cofradía. Y lo más complicado de la tarea que realiza Pilar es ajustar el rostrillo de seda, que se hace sobre la propia talla. "Solo el rostrillo me puede llevar media hora o hasta dos horas si no me gusta cómo ha quedado a la primera y tengo que volver a empezar desde el principio".
Su trabajo como vestidora se ayuda de la vistosidad que otorgan los bordados del corpiño, la salla y el manto. Pero sin la exhaustiva labor que ella, ellos,realizan, la devoción popular no sería la misma.