La devoción también va de bares en León

Si la Semana Santa en León tuviera un sabor reconocible –sin menospreciar el dulzor de las torrijas caseras–, ese sería el de la limonada de vino. Con la llegada de los días de Pasión, los leoneses y visitantes se ‘echan’ a los bares de la capital para disfrutar de una tradición que siempre sabe mejor en buena compañía: amistades, familiares o entre miembros de una misma cofradía.  

Al acercarse los días de Semana Santa, son muchos los establecimientos de la capital los que cuelgan en la puerta el cartel de ‘Hay limonada’. Hecha con vino tinto, limones, azúcar y canela, se sirve en jarras para compartir, en vasos de tubo, o en copa. El recipiente no importa, pero lo imprescindible para los más puristas es que la limonada leonesa no lleve hielo. Eso sí, que esté muy fresca. 

Muchos bares de la capital leonesa ofrecen limonada durante la Semana Santa, pero hay algunos en los que esta práctica se torna casi en devoción. Conocidos popularmente como ‘bares cofrades’, algunos establecimientos de León reúnen de puertas para adentro a los papones que acuden a descansar después de una buena puja. El entorno de la plaza del Grano acoge a unos cuantos clásicos de León. La Taberna, en la calle La Rúa; el bar cofrade Balbi, en la calle Juan II; La Santa Sed, en la propia plaza del Grano; La Sacristía, en la calle Herreros; y el restaurante La Cantina, en la calle San Francisco, son parada obligatoria para quienes buscan una experiencia inmersirva total durante la Seman Santa de León.