Tuvieron que pasar diez años, pero la Cofradía de Minerva y Vera Cruz vuelve a tener banda. Mantienen el estilo de la formación histórica, cornetas y tambores, y los 22 miembros que la componen saldrán por primera vez en procesión esta tarde en la Pasión, acompañando a la imagen que la penitencial de San Martín aporta al conjunto de las centenarias, como es la Piedad.
Han trabajado muchos meses, con sus tres o cuatro ensayos por semana en el colegio Peñacorada, donde Raúl Ferrús les ha enseñado a hacer sonar la corneta y a coger las baquetas. Músico militar y con un pasado en el Sepulcro, Ferrús explica a La Nueva Crónica que este «es un reto gordo porque en octubre muchos no sabían tocar, pero también es bonito y ellos, los 22, están a muerte».
Con sus siete marchas, esta joven banda, creada el pasado mes de octubre, se plantea una Semana Santa de «arranque», en la cual tendrá tanmbién el honor de tocar la Marcha Real el Miércoles Santo a sus imágenes titulares a la entrada y recogida de la procesión, si bien irán abriendo la misma durante el largo recorrido. Ya el Viernes Santo acudirán al Entierro de Angustias. «Hemos tenido más invitaciones, pero las hemos declinado porque somos poquitos todavía», apunta Ferrús, mientras suena la ‘Dolorosa popular’ interpretada por sus cornetas, tambores, tres trombones y una trompeta.
«Pretendo que disfruten y aprendan y también que hagamos un buen grupo para acompañar a los pasos», añade. Tiene, sin duda, el apoyo de la junta de seises de la cofradía, que fue la que promovió la idea de crear de nuevo una banda tras la desaparición de la anterior. Coincide la visita de los seises al ensayo previa a la Semana Santa con la de este periódico. Una junta que encabeza Alejandro García como abad, cuya toma de posesión en enero, hace apenas dos meses, supuso el debut de esta nueva banda.
Asiste también al ensayo el que fuera abad de la cofradía, José Luis González, ‘Josines’, que fue tambor en la banda original de Minerva en los años 60. «Fuimos pioneros en ello y merecíamos tener una banda de nuevo», señaló, al tiempo que explicó que lo más complicado de hacer realidad este proyecto de nuevo fue «encontrar a alguien que tuviera nuestra confianza para dirigir una banda de cornetas y tambores, de la cual soy un gran defensor a pesar de que queden pocas».
A la espera de su puesta en escena bajo el capillo esta tarde–noche, el director de la banda se adelanta a los ‘jueces de penas’ de León. «Hay mucha gente que se alegra de tus tropiezos, en vez de animar y echarte para adelante, así que sí, he recibido críticas», explica, pero también añade que tiene el apoyo de la Banda de Cornetas y Tambores del Nazareno, que para Raúl Ferrús son sus «referentes». «Yo no voy a mirar a Sevilla, sino a lo que tengo en casa», añade este director comprometido y que ha logrado que las cornetas vuelvan a la casa de Minerva.