La lluvia no dio tregua en la tarde del Jueves Santo, que quedará para el olvido entre los hermanos de las cuatro cofradías que no pudieron llevar sus pasos a la calle. Especialmente dramático fue el caso de María del Dulce Nombre, ya que era su única procesión de la Semana Santa.
La primera de la tarde, La Despedida, suspendió quince minutos antes de las cinco de la tarde. Las lágrimas resbalaban por las mejillas de sus papones, mientras mecían los pasos en el interior de las Trinitarias. En el caso de La Cena, que anunció formalmente la suspensión una hora antes de las ocho de la tarde –hora prevista de salida–, realizaron un acto en el interior del Museo de Semana Santa, que albergó tres de los cuatro pasos, pues la Sagrada Cena no llegó a moverse de su lugar de descanso habitual en el CHF.
La Cofradía de María del Dulce Nombre quiso esperar diez minutos, por si el tiempo cambiaba, pero finalmente también suspendió.