12/07/2017
 Actualizado a 15/09/2019
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Vete recogiendo tus cosas, que te tienes que ir de tu casa para nunca más volver… Eso, poco más o menos, debió de ser lo que les dijeron a los vecinos de nueve pueblos –sí, nueve: Riaño, Anciles, Éscaro, Huelde, Pedrosa del Rey La Puerta, Salio, Burón y Vegacerneja– cuando el Estado decidió hacer realidad el pantano de Riaño. Se facilitaría así riego para otras tierras, aunque no pocos pensaban que había detrás otros intereses, movidos también por el agua.

La idea venía de principios del siglo XX, aunque no fue hasta la década de 1960 cuando cobró fuerza: el régimen franquista aprobó el proyecto en 1963 y la presa comenzó a construirse en 1965. Pero, por distintas causas, el proyecto se fue ‘enfriando’ hasta que, a mediados de los 80, el gobierno –con el apoyo de la Junta de Castilla y León– relanzó la idea y aceleró los plazos.

Protestas y movilizaciones avalaron el sentir de la sociedad, que bien se resume en aquella pintada que en 1984 apareció escrita en la presa con letras de casi cinco metros de alto: «demolición». O en la fotografía con la que Mauricio Peña inmortalizaba la situación: Vicente, un vecino ya mayor, en madreñas y vara en alto, se disponía a enfrentarse a los guardias mientras su hermana intentaba disuadirle.

En un ambiente militarizado, se acabaría echando por la fuerza a una generación distinta de la que había sufrido el primer envite veinte años atrás. Nada hará olvidar aquella fatídica jornada del 7 de julio de 1987 –treinta años se cumplían el viernes pasado– en la que, además, era dinamitada la iglesia de Riaño, reducida a escombros. El vídeo está colgado en internet; para tragar saliva, vamos…

El 31 de diciembre de 1987, justo un día antes de que la normativa europea prohibiera construir embalses como este por motivos medioambientales, se cerró la presa. Y se ‘ahogaba’ así un valle que ha sabido volver a florecer, como lo hacen cada primavera miles y miles de capilotes –narcisos–, símbolo de resistencia que continúan dando vigencia a aquel histórico lema: Riaño vive, la lucha sigue.
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