La propuesta que presentó a Ralbar, ‘Envejecer en positivo’, y por la que fue seleccionada junto a otros once estudiantes de entre 24 proyectos presentados, consistía en diseñar un completo programa de actividades y talleres para mejorar la calidad vida de las personas mayores en el municipio de La Vecilla que engloba cuatro localidades: Campohermoso, La Vecilla, La Cándana de Curueño y Sopeña de Curueño.
Paula Iglesias desarrolla este mes y el próximo varios talleres sobre actividades diversas como habilidades cognitivas y de memoria, manualidades, musicoterapia o ejercicio físico. «Todas ellas están destinadas a trabajar diversas áreas como la memoria, la psicomotricidad gruesa y fina, la creatividad, el autoconocimiento personal, la gestión emocional y la autonomía personal», subraya esta joven, que valora las becas Ralbar como «una oportunidad para introducirme en el mundo laboral y adquirir experiencia dentro de mi sector». Las actividades de dichos talleres son dinámicas, activas, reflexivas, inclusivas y adaptadas a cada persona, y con ellas Paula Iglesias pretende fomentar «la dinamización social en este medio rural, así como promover la creación de redes de espacios compartidos entre el vecindario de estas localidades».
En todos los pueblos
Reconoce que al principio fue un poco complicado poner en marcha el proyecto, sobre todo por «toda la autonomía que tenía para llevarlo a cabo, aunque me fui acostumbrando y con el apoyo y asesoramiento del Ayuntamiento de La Vecilla, ahora ya va todo rodado», explica, al tiempo que admite cómo en un primer momento pensó en ofrecer las actividades únicamente en La Vecilla. Sin embargo, al comprobar que las personas mayores de las otras localidades del municipio no se desplazaban «me pareció una buena idea acercarme yo a los pueblos». Así, los talleres los realiza de forma paralela en el Hogar del Jubilado de La Vecilla, los martes y jueves a las 18:00 horas; En Campohermoso, los lunes y miércoles a las 18:00; En la Cándana de Curueño, los lunes a las 19:00; Los viernes a las 18:00 en la Escuela y los martes a las 19:00 horas en Sopeña de Curueño.
En cada pueblo participan una media de entre 10 y 15 personas y con este recorrido activo intenta solventar —según confirma— «la necesidad de ofrecer opciones de ocio y tiempo libre para las personas mayores en el mundo rural, en especial, durante los meses de verano que cesan las actividades del año».
Paula Iglesias Calleja asegura que la implicación y respuesta de la gente en los cuatro pueblos «está siendo muy buena» y reconoce que el programa Ralbar «está siendo una gran oportunidad para mí como educadora social, repetiría la experiencia sin lugar a dudas», concluye esta joven que ya está realizando una importante difusión promocional del proyecto en redes sociales como Instagram (@paula_ic).
Desarrollo sostenible
Las becas Ralbar desean fomentar que los jóvenes se impliquen en la búsqueda de opciones para un desarrollo sostenible en los entornos rurales y, a la vez, adquieran una conexión emocional con ellos, concibiéndolos como lugares en los que poder desarrollar proyectos laborales y vitales. La ULE, con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, convocó este año la segunda edición de estas becas consistentes en la realización de prácticas extracurriculares estivales en municipios rurales de la provincia, destinadas a la ejecución de proyectos de dinamización territorial que contribuyan a activar estos espacios social, económica o culturalmente, en colaboración con empresas, entidades o instituciones locales.