Hay empates que dejan contentos a los dos equipos, a solo uno de ellos o, como este domingo en El Sardinero, a ninguno de los dos. Y es que Racing de Santander y Ponferradina se marcharon este domingo del estadio con la sensación de que se le habían escapado dos puntos. Lo hacía el Racing porque había logrado adelantarse y, sobre todo, había fallado un penalti que pudo significar el 2-0 y dejar el partido visto para sentencia. Lo hacía la Ponferradina porque, en esa situación envuelta además por la polémica arbitral un día más, no había sido ni mucho menos peor que su rival, había conseguido igualar el partido y hecho méritos para darle la vuelta.Pero no fueron capaces ni cántabros ni bercianos de llevarse el partido por una cuestión de desacierto ofensivo que, en el caso de la Ponferradina, se suma a la mala suerte del tanto cántabro. Esperaba el conjunto berciano poder tener el balón, algo que consiguió tras cinco minutos iniciales de idas y vueltas. Cuando lo hizo, le costó al equipo berciano estar acertado en el último tercio del campo y eso permitía al Racing robar y correr, faceta en la que se ha venido encontrando cómodo. El aviso lo dio Satrústegui, que a los 10 minutos y con la ayuda de Amo, convertía una buena pared con Pombo en un 1-0 que no subiría al marcador al encontrarse en fuera de juego el lateral.
Lo cierto es que fue solo un susto, porque la Ponferradina tenía el balón y daba la sensación de poder encontrar huecos en la zaga local, tal y como hizo un Dani Ojeda que, sin esperárselo, se vio solo en la frontal del área conectando un disparo que detenía sin problemas Parera.
La polémica estuvo presente tanto en el gol de Vicente por una posible mano como en el penalti señaladoEstaba cómoda la Deportiva, pero insistiendo en esa primera acción de peligro local, no era el día de Amo. Una nueva llegada por la banda de un Paris desbordado por momentos no la despejaba bien el zaguero sevillano, cuyo cabezazo impactaba en Iñigo Vicente para depositar el balón en la portería de un Amir vencido. Pidió mano la Ponferradina, ya que Vicente hacía además el gesto de girar el cuerpo para impactar el balón, pero nada veía un colegiado que daba por bueno el 1-0.
Le llegaba el golpe a la Deportiva en sus mejores minutos, viéndose una vez más sin merecerlo obligada a remar contracorriente. Siguió siendo superior el equipo berciano, que especialmente con Agus Medina y Nwakali trataba de darle sentido a la posesión que dominaba. Sin embargo, las ocasiones bercianas llegaron desde el balón parado, con Dani Ojeda y Espiau intentando aprovechar dos saques de esquina y, sobre todo, Nwakali con un intento de córner olímpico que sacaba Satrústegui casi en la línea cuando ya había superado el balón a Parera, trataban de lograr la igualada. sin éxito.
Pero lo cierto es que tampoco sufría en exceso la Deportiva en defensa, con Pombo centralizando todo el ataque del Racing y generando una opción de que Mboula regalase un pase de la muerte que no encontró rematador así como un disparo flojo de Vicente que detuvo Amir sin problemas.
Con esa sensación de que el empate debía llegar más pronto que tarde para la Deportiva se llegó al tiempo de descanso, en el que Gomes desde la grada y Bikey en la banda decidieron quitar a Morán para meter a Derik en una clara apuesta ofensiva.
Lo que no sabían era lo que iba a pasar en la reanudación, cuando en una de las primeras jugadas una jugada personal de Mboula acababa con el colegiado decretando penalti por un presunto derribo de Amo sobre el extremo. El VAR lo revisó, pero demostró ser una vez más con la Ponferradina como conejillo de indias una solución a medias. No pudieron confirmar las penaltis las imágenes, tampoco negarlo, por lo que prevaleció la decisión de Quintero González sobre el césped. Sin embargo, dicen que los penaltis que no son no se meten e Iñigo Vicente lanzó pésimamente la pena máxima para mandarla directamente fuera. Pudo repetirla sin problemas el colegiado, ya que un jugador de la Deportiva estaba claramente dentro del área. La conciencia pesaría.
Le dio alas lo ocurrido a la Deportiva, que con Lacerda encontró más opciones en ataque. Sin embargo, fue Agus Medina el jugador que agitó el ataque para los bercianos encontrando por fin resultados. Un gran pase del catalán dejaba solo a Derik ante Parera, que salvaba en su salida el mano a mano con el brasileño si bien Naranjo recogía el rechace y a la media vuelta hacía el gol del empate.
Con casi media hora por delante, a punto estuvo de darle la vuelta al partido la Deportiva de nuevo con los mismos protagonistas, si bien en esta ocasión el larguero repelía el remate del goleador a pase de Medina. El propio Naranjo dispondría de una más tras un balón al área de Espiau, si bien su lanzamiento lo detendría Parera.
Poco más ocurrió de ahí al final, sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos aunque sí con más intención del Racing. Al final, un empate que no deja a nadie satisfecho y en los bercianos, alarga más la necesidad de ganar.