Raad Salam: "Quiero ayudar a los musulmanes a que entiendan lo que es el islam"

Entrevista a este cristiano católico caldeo de origen iraquí

I. Herrera
17/09/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Raad Salam. | DANIEL MARTÍN
Raad Salam. | DANIEL MARTÍN
–¿En qué libros está trabajando actualmente?
–Acabo de terminar un libro sobre el judaísmo que saldrá a finales de este mes. Habla de toda la historia del judaísmo y, a parte, es un libro para mí muy querido porque, como cristiano caldeo de origen iraquí, mis raíces son judías. Además también hago una diferencia entre el concepto hebreo, israelita, judío y sionista, porque mucha gente no diferencia entre estos cuatro conceptos de la religión judía. Es un libro grande, de casi 600 páginas, pero muy interesante.

–¿Creo que también colabora en un libro sobre terrorismo?
–Sí, es un libro que también saldrá en breve que habla del terrorismo en general y yo participo hablando sobre el terrorismo islámico y lo que es.

–Se refiere a terrorismo islámico, no yihadista…
–El terrorismo islámico, el yihadismo islámico, todo es lo mismo. Hoy día, muchos presuntos especialistas, periodistas, comentaristas... cuando hay un atentado en cualquier sitio del mundo empiezan a hablar del islam, del yihadismo islámico y mezclando entre la geopolítica y pasando por los intereses internacionales, el imperialismo y todo eso, y en realidad el problema del yihadismo islámico es teología pura y dura, es del islam. Hablemos claro, no nos dejemos engañar, el problema no está en ese imán que empujó a estos jóvenes a hacer el atentado de Barcelona, el problema no está en Dáesh, no está en los grupos radicales islámicos, está en el islam mismo, porque desde el comienzo del islam empezó la violencia. El islam se extendió por el filo de la espada, el islam, no como el cristianismo, fue por las conquistas obligando a la gente a convertirse al islam. El problema está en las fuentes de la ley islámica, tanto el Corán, que es un libro violento, como en la sunna o los dichos, hechos y actos de Mahoma. También explico el yihadismo y digo que la yihad es el segundo pilar más importante en el islam, digan lo que digan los musulmanes. Hay casi 255 versículos en el Corán que animan a la yihad.

El problema está en el islam mismo, porque desde el comienzo del islam empezó la violencia
–¿Eso quiere decir que considera a todos los islamistas, terroristas?
–No, que dios me perdone, no. No todos los musulmanes son malos, no hay que estudiar mucho para saberlo, porque si 1.600 millones de musulmanes son terroristas yihadistas, apaga y vámonos, no podríamos vivir en este planeta. Según nuestros estudios, calculamos que hoy día entre el 20 y el 25% de los musulmanes son fanáticos radicales vinculados al salafismo y al radicalismo islámico, por lo tanto, estamos hablando de una cifra muy alta, estamos hablando de 250 a 300 millones de personas. El problema no está tampoco sólo en éstos, el problema está en los demás, en los que no son radicales, que tampoco hacen nada para evitar la yihad. No intentan denunciar o condenar los actos yihadistas.

–Entonces, ¿hay islamistas buenos e islamistas malos, pero no un islam bueno y un islam malo?
–No, el islam es uno. Vamos a ver, el cristianismo es uno, aplicando la palabra de Jesús. El islam es uno, el musulmán es el que cree en Alá como su único dios y en Mahoma su profeta, y también cree en las fuentes de la ley islámica y las aplica, y las fuentes de la ley islámica son violentas.

–¿Acusa al islam, como religión, del terrorismo?
Sí. El responsable principal de todo el mal o del yihadismo islámico es el islam mismo. Dentro del islam hay unas tendencias o algunas ramas que son menos violentas. A ver, según nuestros estudios hay cuatro tipos de musulmanes dentro del islam –no vamos a hablar de tendencias o ideas o interpretaciones o escuelas porque es ya un tema muy complicado–, pero se pueden diferenciar cuatro tipos de musulmanes. El 5% de los musulmanes hoy día son ateos agnósticos, pero no son como los ateos agnósticos cristianos. El ateo musulmán, aunque es ateo conserva la tradición árabe musulmana, porque la religión para él no sólo es una fe, es una tradición, es su vida, su cultura. Por lo tanto, defiende el islam aunque es ateo agnóstico. También hay un 20% de musulmanes que lo aplican a ratos, a veces ayunan, a veces no, a veces rezan, a veces no... Y, afortunadamente, la mayoría de los musulmanes hoy día, casi el 50%, son practicantes de los cinco pilares del islam y no practican la yihad, practican la profesión de fe, la oración, la peregrinación, la limosna, el ayuno, pero no la yihad. Pero hay un tema muy importante, la limosna, en el islam, casi el 50% va a apoyar la yihad, entonces, de una forma u otra están apoyando y participando en la yihad. Y luego, otro 20-25% son radicales fanáticos, que están dispuestos a hacer la yihad. Además, hay un tema muy importante del que no se habla, que son los perfiles del yihadismo. En el siglo XX, el perfil del yihadista era el de una persona creyente, practicante, con la barba, con la cabeza rapada, con la chilaba y todo eso. Ahora ha cambiado, los imanes buscan jóvenes de todo tipo, hasta homosexuales, y les convencen de que con la yihad, sólo con la yihad, pueden conseguir el paraíso. Otra cosa, dicen que estos son lobos solitarios, pero este yihadismo que se está haciendo últimamente no es de lobo solitario, es el yihadismo individual. No es una persona que se levante por la mañana y diga «me voy a hacer la yihad, a matar unos infieles», esto tiene su proceso, su trámite, esto se hace con antelación, 2 o 3 meses antes. Yo conozco a los yihadistas, he vivido con ellos, mis vecinos eran yihadistas, mis colegas, en el colegio, en Irak, eran yihadistas, y nosotros sabemos cómo funciona eso. Cuando un joven decide cometer un atentado o ir a ser un martir de Alá hace una fiesta, se comunica a la familia, toda la familia lo sabe. Los primeros que tienen que saberlo son ellos y la familia le apoya y está orgullosa del hijo cuando va a hacer la yihad. Pero ya es tarde para tomar medidas, yo llevo años clamando para que se tomen medidas urgentes contra el radicalismo islámico, contra la conquista silenciosa del islam dentro de Europa, pero bueno, nadie hace caso, es muy difícil ahora controlar el fanatismo islámico. Hoy día el islam es una gran amenaza para nuestra civilización.

El perfil ha cambiado, son jóvenes de todo tipo, hasta homosexuales, y les convencen con la yihad
–Entonces, ¿a los jóvenes para radicalizarlos se les busca en todo los grupos, por ejemplo entre estos ateos agnósticos como el colectivo más vulnerable?

–Claro, por eso hoy día es mucho más difícil para las fuerzas y cuerpos de seguridad, porque antes se buscaban dentro de este perfil radical islámico, pero es que ahora cualquier musulmán se puede convertir en un yihadista.

–Considera entonces que el problema está en la religión, ¿cómo se puede cambiar una religión de tantos siglos?
–No se puede modificar, ¿cómo vas a modificar las doctrinas, las leyes del islam? La única cosa, si comparamos el mundo musulmán-árabe en los años 50-60-70 y hasta 80 con lo que tenemos ahora hay una diferencia grande. ¿Por qué antes no había muchos atentados? Porque en los países árabes islámicos había dictadores laicos que tenían todas la células, a todos los radicales, sujetos, controlados, nadie podía levantar la cabeza porque eran dictadores crueles, a los que levantaban la cabeza les cortaban el cuello y punto. Por lo tanto, el islamismo radical estaba dormido. Cuando empezó, Occidente cometió equivocaciones garrafales apoyando las revueltas y protestas islámicas en Irán, Irak... dentro de estos países sin conocer quién estaba detrás de ello, y detrás estaban los Hermanos Musulmanes, el salafismo, el radicalismo islámico apoyado por el régimen de Arabia Saudí, Qatar y los países del Golfo.

–¿Qué medidas propone para combatir este radicalismo?
–Medidas hay muchas, aunque es tarde. Primero, cuando un yihadista comete un atentado en cualquier sitio y se muere, no habría que entregar su cuerpo a su familia, eso para su familia es muy grave y otros musulmanes que quieran hacer la yihad se lo van a pensar mucho. Segundo, castigar a la familia, que tiene muchísima culpa. Tercero, investigar al imán que impulsó al yihadista y expulsarlo o meterlo en la cárcel y juzgarlo. Cuarto, vigilar las mezquitas, hay más de 1.000 en España, con tantas es muy difícil controlarlas, hay que reducirlas. Hay que vigilar también a los inmigrantes, investigarlos; hacer un programa de integración musulmana dentro de la sociedad, no dejar a los musulmanes vivir en guetos practicando su religión al margen de la sociedad occidental. También hay que hacer unas leyes más duras; hay que preparar gente especialista en yihadismo y no ser tan orgullosos aquí en España cuando decimos que aquí tenemos experiencia con el terrorismo de ETA, no tiene nada que ver ETA con el terrorismo islámico, aquel era un terrorismo nacional político y este es un terrorismo religioso, político y muy peligroso. Además, un terrorista de ETA temía por su vida, pero estos no temen por su vida.

La mayoría musulmana no hace la yihad, pero sí cumple con la limosna y un 50% de ésta va a apoyar la yihad
–El islam es, por otra parte, la religión que más adeptos está ganando, ¿cuál cree que es su atractivo?

–Los imanes musulmanes saben predicar muy bien, vender muy bien el islam. Para los hombres, por ejemplo, es un chollo, controlan a la mujer; toda la culpa de lo que pasa en el mundo árabe-musulman, todas estas guerras, son por culpa del imperialismo, de las multinacionales… el musulmán está deprimido, le están machacando, le están robando el petróleo… todas estas mentiras. Los imanes musulmanes saben manipular y convencer a la gente en el islam con esta pobreza, con esta historia que ellos cuentan, falsa.

–¿Cómo no caer en la islamofobia?
–Hombre, vamos a ver, ¿qué es la islamofobia? A mí me llaman islamófobo, y si decir la verdad y predicar lo que realmente es el islam es ser islamófobo, pues yo soy islamófobo y a mucha honra, pero yo no mato a nadie ni deseo matar a nadie, al contrario que los musulmanes que están matando en un montón de países. Pero yo no soy islamófobo, no odio a las personas musulmanas, yo estoy contra las doctrinas del islam, no contra los musulmanes. Al contrario, yo quiero abrir los ojos, ayudar a los musulmanes para que entiendan realmente lo que es el islam. Yo no odio a las personas, al contrario, yo soy crisitano practicante y amo a mi prógimo musulmán, pero yo estoy en contra de las doctirnas del islam. El término islamófobo es una tontería y es un invento de la gente que no tiene ni idea ni del islam ni de los musulmanes.

–¿Cómo ve el futuro?
–Yo dibujo lo que yo he vivido en mi país, y la verdad es que la situación es muy complicada y muy lamentable. Si no volvemos a nuestras tradiciones cristianas y tomamos medidas urgentes contra el islam y contra el yihadismo islámico, el futuro pinta muy mal. Yo soy una persona creyente, creo en la voluntad de dios, pero hay que hacer algo, los políticos para eso están.
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