Por las brañas lacianiegas

El Miro de Tejedo o de Vilarino es un balcón excelente para sentir las cumbres y valles de Laciana y Alto Sil

Vicente García
21/09/2018
 Actualizado a 19/05/2022
Llegando a la cumbre. | VICENTE GARCÍA
Llegando a la cumbre. | VICENTE GARCÍA
Las brañas lacianiegas son uno de los mejores ejemplos de los usos ganaderos que aportan las praderías de altura en los rigores del caluroso verano, donde los pastos se mantienen verdes y jugosos hasta las lluvias del otoño. Para ello construyeron cabañas donde atender al ganado en esos momentos, cabañas que ahora se utilizan para disfrutar del paisaje y el frescor del monte, así como para el turismo y otros usos recreativos. Las brañas por las que discurre la ruta son un buen ejemplo de ello.
En Laciana los picos tienen nombres similares a los de otros lugares: Pico, Cueto… aunque el de Miro es específico de la zona, y según algunos autores se debe a que estas alturas son un auténtico y maravilloso mirador sobre los valles y las cumbres.

Para preparar la ruta se ha contado con las aportaciones de numerosos blogs, como ‘Rutinas Varias’, ‘La senda del hayedo’, Luis de Rioscuro, ‘Mareando la Perdiz’… todos ellos excelentes, así como el libro de ‘40 rutas de Alto Sil’. Además se cuenta con la inestimable colaboración de las acogedoras personas de la braña, quienes informaron de la ruta después de haberla arreglado con su esfuerzo, cosa que todos los senderistas y montañeros deben agradecer.

Comienza la ruta en Villager de Laciana, en el polígono de la Argaixada, en la calle más cercana al río, la calle Solana, justo en la única curva sale un camino que va a la pista que sigue hacia el río de Orallo y más tarde el de Caboalles, para seguir unos metros por la ribera hasta encontrar a la izquierda una explanada con fuente de agua fresca. La pista sigue hasta llegar a un cruce donde se continúa por la izquierda comenzando la parte más pindia de la ascensión. En poco menos de dos kilómetros se van a subir más de trescientos metros hasta la braña del Chiburnial, cruzando un paso canadiense y una revuelta para superar el fuerte resalte rocoso que dificulta la ascensión.La braña de Chiburnial está colgada sobre el abismo y de ella solamente se mantienen bien una cabaña y una cuadra, lo demás está en ruinas y la fuente en estos momentos no da agua.A partir de este lugar el camino que iba por el valle da un brusco giro a la izquierda y sigue subiendo, aunque con una pendiente menos pronunciada hacia un par de revueltas que superan obstáculos naturales. Desde la segunda se puede contemplar el valle de Laciana, las Ubiñas y las montañas de Babia y Luna. Continúa el camino para llegar a otro hermoso mirador antes que se suavice la subida en el acceso a la Braña de Buenverde, una hermosa braña, con excelentes vistas a las montañas lacianiegas, una laguna, varias cabañas, una fuente de agua muy fría y un refugio.Hay varias posibilidades para acceder al Miro, sin embargo es de agradecer la ingente tarea emprendida por personas de la Braña para señalizar y desbrozar el camino que sube hasta la cresta por la zona del Trabanco, el más bonito, ameno y agradable, en su mayor parte entre bosque de abedules, muy bien señalizado con hitos y sin ningún matorral que impida el paso. A pesar de ser una continua subida es muy entretenido por los distintos cambios de dirección, zigzagueando entre los abedules hasta llegar al lugar donde se ve una magnífica panorámica de la braña y de las montañas del fondo.La cresta es el tramo final, pasa por varias colladas con unas vistas cada vez más detalladas de las montañas que rodean el pico, para llegar a la cumbre del Miro de Tejedo o de Vilarino, lugar éste último que se ve el fondo, cerca del embalse de las Rozas, y más arriba, cerca de la cumbre, la braña de Arriba. El pueblo de Tejedo no se ve, solo bajando a la altura de las Cogochas.La cumbre es un espectáculo de montañas: Las Ubiñas, las cumbres babianas, las lacianiegas del Cornón, Muxivén, Cueto Arbas, Pico del Río, Valdeiglesias, Nevadín, y más cercano, el Cueto Nidio con sus antenas. El Miro es una cumbre que agrada a los habitantes del valle, que suelen subir con asiduidad, y en ella encuentran maravillosas sensaciones que hacen que el esfuerzo realizado al ascenderla merezca la pena.

Para el descenso se propone bajar por el camino bien visible hacia las Cogochas, un camino con muy fuerte desnivel ya que inicialmente fue cortafuegos en el incendio de hace años. En la collada de las Cogochas se gira a la derecha para llegar a Brañaronda, donde no hay cabañas, solamente varios árboles en un círculo de piedras y alguna cerca. El camino es muy evidente en el bosque y se sigue un buen trecho hasta llegar al manantial del oso, donde hay unos tejos pequeños. Luego continúa hasta la laguna de Buenverde.

Desde Buenverde se puede bajar por el antiguo camino de la Chouserona que va por la reguera Bichera y que actualmente está un poco perdido, es interesante bajar en invierno, pero en esta época las personas de la braña lo desaconsejan. Lo más razonable es, pues descender por el mismo camino por el que se ha subido hasta Villager de Laciana donde finaliza la ruta.

Características de la ruta

Zona geográfica. Noroeste de la provincia, Laciana.
Entorno. Bosque mixto, matorral y rocas.
Tipo de ruta. De ida y vuelta con ascensión a la cumbre y un tramo circular.
Inicio / fin.  Villager de Laciana.
Distancia. Aproximadamente 13 Km.
Tiempo aproximado. Entre cuatro y ocho horas.
Desnivel.Aproximadamente 900 m.
Dificultad. Moderada, pues requiere esfuerzo en la ascensión.
Observaciones. Una cumbre no muy elevada y con vistas espectaculares
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