A.C.M., explica, hacía entregas de la droga en viviendas junto a A.G.B., recibía llamadas de los compradores y les indicaba dónde encontrarse con ellos. Por su parte, A.G.B. hacía los desplazamientos para las entregas en el vehículo del que era titular, que habría adquirido «con las ganancias obtenidas de dicha actividad ilícita». Además, indica que utilizaba también para la distribución de la cocaína y otras sustancias a varias personas. D.F.A., también conocido como ‘Coco’ o ‘Cocacolo’, recibía la droga de A.G.B. tras contactar con él por teléfono y «se dedicaba al menudeo», manteniendo a diario «numerosos encuentros con compradores tanto en su domicilio como fuera de él» a los que les entregaba las sustancias estupefacientes, una tarea para la que contaba con la colaboración de su pareja, la también acusada C.L.B., que lo acompañaba en las entregas de droga, atendía a los compradores en su domicilio o preparaba las papelinas cuando su compañero no estaba en casa.
Por su parte, el fiscal expone que los acusados H.M.F. y F.R.G.M., conocido como ‘Paquito’, también actuaban como intermediarios y colaboradores de A.G.B., que les entregaba regularmente cantidades de cocaína que después distribuían entre otras personas. Además, al parecer, tanto H.M.F. como F.R.G.M. necesitaban en ocasiones más cantidad de droga que la que les facilitaba A.G.B., por lo que ambos contactaban al mismo tiempo con los acusados N.G.Y. y su pareja J.S.L., que les entregaban esas cantidades de cocaína en su domicilio o en lugares cercanos. Por su parte, N.G.Y. y J.S.L. recibían la droga del acusado J.B.R..
Una vez explicado como se distribuía la red, la Fiscalía remarca que el 30 de enero de 2019, mientras se estaba registrando la casa de N.G.Y. y J.S.L., en una actuación autorizada judicialmente, el acusado J.B.R., que no sabía que allí se encontraba la Policía, se presentó con una bolsa con 56,5 gramos de cocaína con una riqueza del 67,46 por ciento y un valor de 5.142 euros que iba a entregar a N.G.Y. y J.S.L.. En este registro los agentes hallaron 3,69 gramos de cocaína con una riqueza del 77,36 por ciento y un precio de 385,1 euros, 2.640 euros procedentes de ventas ya efectuadas, de los que 1.200 estaban en un sobre en billetes de 50 euros y tres teléfonos móviles que los acusados utilizaban para contactar con los compradores de estas sustancias.Además, a finales de noviembre de 2018, A.G.B., dice el fiscal, «inició contactos con el también acusado R.R.A.R., para que le suministrara cocaína en cantidad suficiente para su distribución al por menor». Y después de varios encuentros entre ambos en el garaje del edificio de R.R.A.R., cuando él regresaba se sus viajes a Madrid, el 6 de enero de 2019 –tras haberse puesto de acuerdo con A.G.B. en la cantidad y el precio de la droga a comprar– R.R.A.R. viajó a la capital y volvió a León un día más tarde con un kilo de estas sustancia para entregársela a A.G.B..
40.129 euros en droga
Ambos se montaron en el coche y entraron juntos al garaje de R.R.A.R. y, tres minutos después, A.G.B. salió de él a pie, con una bolsa. Agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (Edoa) lo siguieron, lo detuvieron y le incautaron 1.000 gramos de cocaína que llevaba en la bolsa y que le acababa de entregar R.R.A.R., así como dos teléfonos móviles con tarjetas telefónicas que utilizaba para contactar con otras personas para la adquisición y venta de droga. Además, llevaba encima 1.105 euros en metálico. Una vez analizada la cocaína por el laboratorio del área de sanidad de Valladolid de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, se supo que esta tenía una riqueza del 83,84 por ciento y un valor en el mercado negro de 40.129 euros. Por su parte, R.R.A.R. salió del garaje poco después en su vehículo y se alejó.El 9 de enero de 2019 se practicaron registros autorizados judicialmente en las viviendas deA.G.B. y A.C.M., en las que se incautaron 4.475 euros en efectivo «procedentes de las ventas de sustancias estupefacientes que habían realizado», apunta el fiscal. Además, hallaron 13,8 gramos de cocaína con una riqueza del 77,28 por ciento y un valor de 1.438 euros; 4,96 gramos de la misma sustancia con una pureza del 60 por ciento y un valor de 401 euros; otros 0,42 gramos con un precio de 24,9 euros; 0,4 gramos que costarían 23,7; otros 0,38 más que habrían sido vendidos por 22,5 euros; 0,8 gramos por 47,4; 0,72 por 42,7 y 12,16 gramos con una riqueza del 50,84 por ciento y un valor de 834 euros. A estas cantidades de cocaína hay que añadir 3,23 gramos de MDMA con un coste de 32,91 euros; 9,64 gramos de resina de cannabis que habrían sido vendidos por 53,2 euros y 2,85 gramos de ketamina con un precio de 138,7 euros. Además, los agentes se llevaron un móvil que era utilizado por los acusados para contactar con los proveedores y compradores de drogas.
Ese mismo día se practicó otro registro en el domicilio de D.F.A. y C.L.B. en el que también se incautaron diferentes sustancias preparadas para la venta. En concreto 69,29 gramos de cocaína con una riqueza del 78,28 por ciento y un valor de 7.317 euros; 102,31 gramos de cannabis con un valor de 515,641 euros; y 2,87 gramos de resina de cannabis con un valor de 15,8 euros. También se inspeccionó la casa de J.B.R., en la que incautaron una báscula de precisión y 1.600 euros de la venta de drogas. Además, el 12 de febrero de 2019 la madre de A.C.M. entregó a la Guardia Civil una mochila que dijo que encontró en unos matorrales en un monte de Carrizo de la Ribera que contenía 225,67 gramos de cocaína con un valor de 17.088 euros; otros 97,51 con un coste de 7.133,9 euros; 493,24 gramos más cuyo precio alcanzaría los 36.332,2 euros; 4,97 gramos de MDMA con un coste de 202,5 euros, otros 5,04 gramos de esa misma sustancia que costarían 205,43 euros y 34,54 gramos más, en este caso valorados en 886,53 euros. Además, había también 2.525,16 gramos de resina de cannabis que costarían 13.938,86 euros. Esta mochila, dice el fiscal, «pertenecía a los acusados A.G.B. y A.C.M., así como las sustancias que contenía», en envoltorios «iguales» que los que vieron en el registro a su casa.
Delitos y penas
Para el fiscal los acusados A.G.B. y R.R.A.R. son autores de un delito contra la salud pública de tráfico de drogas «en cantidad de notoria importancia» y A.C.M., D.F.A., C.L.B., H.M.F, F.R.G.M., N.G.Y, J.S.L. y J.J.B.R. son autores del mismo delito, aunque sin especificar la cuantía. Además, en el caso de J.J.B.R. considera que concurre la circunstancia agravante de reincidencia.Para A.G.B. solicita una pena de siete años y medio de cárcel y multa de 300.000 euros; para R.R.A.R. reclama siete años de prisión y multa de 120.000 euros; para A.C.M. cinco años de cárcely multa de 150.000 euros; para D.F.A. cuatro años y medio de prisión y sanción de 15.000 euros; para C.L.B. otros cuatro años y medio de privación de libertad y 15.000 euros; para H.M.F. cuatro años y mil euros; para F.R.G.M. también cuatro años y mil euros; para N.G.Y. cuatro años y medio y 10.000 euros; para J.S.L. cuatro años y medio y 10.000 euros y para J.J.B.R. seis años de cárcel y multa de 15.000 euros.