"Pereira colocó la poesía en el núcleo de la narración"

Antonio Gamoneda realizó en presencia de Juan Carlos Mestre y Joaquín Otero una encendida defensa de la escritura de creación como una manera de representación de todas las realidades dutante el acto de presentación del Premio Internacional de Poesía Centenario Antonio Pereira

Joaquín Revuelta
29/12/2022
 Actualizado a 29/12/2022
Juan Carlos Mestre, Antonio Gamoneda y Joaquín Otero durante la presentación en la Casa-Museo Antonio Pereira. | JESÚS F. SALVADORES
Juan Carlos Mestre, Antonio Gamoneda y Joaquín Otero durante la presentación en la Casa-Museo Antonio Pereira. | JESÚS F. SALVADORES
Los poetas y escritores Antonio Gamoneda y Juan Carlos Mestre acompañaron este miércoles al director-gerente de la Fundación Antonio Pereira, Joaquín Otero, en la presentación del Premio Internacional de Poesía Centenario Antonio Pereira y de la edición por parte de Siruela de dos volúmenes que recogen todos los cuentos y todos los poemas del autor villafranquino. El acto tuvo lugar en la Casa-Museo de Antonio Pereira, siendo la primera vez que el inmueble situado en el número 19 de la Avenida de la Facultad de Veterinaria acoge una rueda de prensa para presentar uno de los eventos más relevantes de los que van a tener lugar a lo largo de 2023 para conmemorar el centenario del nacimiento de Antonio Pereira.  

Además de este importante concurso literario, que está dotado con 25.000 euros y comprende igualmente la edición del libro premiado, que deberá estar escrito en lengua castellana o gallega, con una tirada que no será inferior a los mil ejemplares, se dieron a conocer las ediciones que la Editorial Siruela acaba de sacar al mercado de los cuentos y los poemas del autor villafranquino, que han sido prologados por Antonio Gamoneda y Juan Carlos Mestre, respectivamente. «El objetivo de ambas publicaciones es que la obra de Antonio Pereira, a lo largo del centenario, vuelva a estar presente en todas las librerías, no solo españolas sino de todos los países de habla hispana», señaló Otero, que también se refirió al Premio Internacional de Poesía Centenario Antonio Pereira, que tildó de «importante» tanto por el contenido como también por la cuantía económica con que está dotado, 25.000 euros, y que ha supuesto «un enorme esfuerzo» por parte de la Fundación, destacó.

Antonio Gamoneda comenzó su intervención bromeando con su complicada relación con las tecnologías, para ya más en serio reivindicar «la amistad fraternal» que le ha ligado a la figura de Antonio Pereira y que «llegó a constituirse casi en algo parecido a una institución privada, privadísima los dos, que era una especie de consultorio permanente y recíproco de las enfermedades y también de asuntos e intereses que venían oportunamente a planteársenos en el terreno de la escritura, de la creación literaria, y siempre con esa reciprocidad a la que me he referido», indicó el Premio Cervantes, para quien esa relación «de ida y vuelta fraternal» es la que le ha permitido ser «presentador»  de todos sus cuentos. «Nunca en términos de conflicto sino de dificultad de referirse a la obra de Pereira hemos tenido siempre una, dificultad que no viene ocasionada por Pereira, sino por el propio hecho estructural universal y contemporáneo. Las academias, los profesorados y los editores incluso tienen gran interés en diferenciar los libros, las creaciones, como narrativa y dentro de la narrativa pues está la novela, que se entiende larga, la novela que se entiende corta, el cuento, que se entiende más corto, pero todo esto son convenciones, maneras de publicitar o de estudiar parcialmente la escritura de creación», sostiene Gamoneda, que considera que la escritura más seria y cargada de responsabilidad existencial –la cual se ha venido practicando desde la segunda mitad del siglo pasado– «podría prescindir quizás para un mejor entendimiento de esa entomología para mí un tanto antipática, tengo que decirlo. La escritura de creación es una manera de representación de la realidad, de todas las realidades, incluidas las imaginarias», destacó el poeta y escritor.

Antonio Gamoneda reconoció que en las dos publicaciones de Siruela sobre los cuentos y los poemas de Antonio Pereira sí que ve una diferencia de tamaño y de páginas, pero en ningún caso una diferencia decisiva, limitadora y distintiva. «En algún momento del prólogo yo me digo a mí mismo, a vosotros y a la memoria también no solo de Antonio sino de don Ricardo Gullón, el gran crítico astorgano y mundial, que Pereira colocó la poesía en el núcleo de la narración».

Juan Carlos Mestre recordó que hace muchos años que Antonio Gamoneda ha reflexionado sobre la falta de autoridad del límite de los géneros  para dar cuenta del estado de la conciencia de un escritor, del estado de conciencia del lenguaje, y eso que ha señalado Gamoneda creo yo que es el rasgo esencial de la obra de Antonio Pereira, no poner límites, no entrar en las condiciones canónicas que señalan dónde comienza la poesía y donde terminan los artificios retóricos de la prosa. Ese ring jurídico para alimentar otro tipo de cabezas pero no para los mágicos lectores de una mágica obra como la de Antonio Pereira», indicó Mestre.

El poeta villafranquino recordó que en vida, Antonio Pereira tuvo la confianza de pedirle ayuda para ordenar su obra poética, «con lo cual la obra que aparece en este volumen está sancionada por Antonio en vida, por lo que todo lo que no está en este libro no fue asumido por Pereira en la multiplicidad de otras circunstancias de escritura. Él declaró en el año 68 que ‘si dependiera de mí daría todas mis prosas por un poema, un pequeño poema que me sobreviviera’. Bueno, ahí está la voluntad que subraya lo que el maestro Gamoneda nos ha indicado. Hay una poética constructiva que atraviesa transversalmente el conjunto de toda su creación. Pero aquí, en este libro y en todos los poemas, lo que está contenido es la materia de los sueños de su vida. A veces se lee a Pereira como un poeta del lugar, de lo natal, de la provincia, pero están también las gentes que madrugan a la seda y el hierro. Antonio Pereira mantenía un principio humanista que presidió todo su quehacer literario, que los seres humanos somos responsables unos de otros. Y asumió siempre la condición de un semejante, del otro, como de un igual. Y ese principio ético preside de una manera absolutamente luminosa cada una de sus páginas, está la gente humilde con la que él estableció un pacto de solidaridad».    
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