Pelear para ganar autoestima

Juan Conesa transmite a usuarios de Aspaym León su experiencia con el Taiji Quan, un arte marcial que le ha devuelto la esperanza

C. Centeno
08/10/2019
 Actualizado a 08/10/2019
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Hace cinco años que Juan Conesa fue diagnosticado de atrofia multisistémica, un trastorno neurológico degenerativo que provoca, entre otros, problemas de coordinación y equilibrio. Entonces y «por prescripción médica» comenzó a practicar Taiji Quan, un arte marcial que combina ejercicio físico y mental y que le ayudó a superar el «duro golpe» que supone «que en algún momento de tu vida te digan que lo que tienes no es bueno y va a ir a peor».

Pronto este deporte «se te mete por las venas», reconocía este lunes Conesa, antes de empezar una de las clases de las que ahora es profesor, en las instalaciones de Aspaym León. Su filosofía con los alumnos es la misma que utilizó en primera persona: «Si quieres, puedes». Porque en un momento en el que «te dejan la autoestima por los suelos, es un subidón que alguien te diga que puedes hacerlo», asegura.

En las clases participan 13 usuarios de Aspaym y, tras seis meses, demostrarán sus avances en un campeonato Antes de pasar de alumno a profesor ha ido alcanzando metas en el Taiji Quan. «Alguien me propuso competir y competí», admite. Ese fue el primer paso, después vino ganar y pronto alcanzó la distinción de ‘cinturón negro’. A medida que iba creciendo en el deporte, comprobó que «ha conseguido frenar de alguna forma la evolución de mi enfermedad, que vaya mucho más despacio de lo que iría normalmente».

Por eso propuso a la federación nacional «adaptar el Taiji Quan al resto de enfermedades» porque si algo tiene este deporte, asegura, es que «está hecho a la medida de quien lo practica y no al revés» y «no es muy exigente», por lo que «se adapta a cada alumno». Fueron dos razones las que le llevaron a dar este paso. Por una parte, «porque igual que me ha venido bien a mí, puede venir bien a los demás» y, por otra, «porque si algún día termino en silla de ruedas por mi enfermedad, no me gustaría dejar de practicar Taiji Quan», confiesa. Recibió el apoyo de la federación y llamó a las puertas de Aspaym León, donde «creyeron en mí» y «hemos conseguido hacer un grupo» que ya lleva trabajando desde el pasado mes de marzo. Conesa lo hace de forma completamente altruista y los 13 alumnos que participan en la actualidad son usuarios de Aspaym que reciben dos clases a la semana gratuitamente.

A priori, seis meses no son mucho tiempo para un deporte que requiere «un trabajo lento», pero la evolución de todos ellos «está siendo espectacular». Entre los alumnos se encuentran, por ejemplo, una pareja con esclerosis múltiple. «El chico venía en muletas y hacía el Taiji sentado» y ella llegaba en un vehículo de movilidad personal que dejaba a la puerta «y también lo hacía sentada», asegura Conesa. Seis meses después, «él lo hace de pie y ella está empezando a levantarse en las clases», celebra. «Ver esa evolución es un gusto», confiesa.

Aspaym buscará financiación para que se investiguen los beneficios del Taiji Quan en personas con discapacidad Tal es la evolución y el ambiente que Juan Conesa y algunos de sus alumnos se irán el próximo 18 de octubre a Medina del Campo para realizar una demostración en un campeonato de Taiji Quan. «Se lo han ganado a pulso y por eso me apetece que reciban el calor y el aplauso de toda la gente que practica este deporte», confirma. Además, espera llevar un «mensaje de esperanza» y que cada vez más gente conozca esta posibilidad. «Hay gente que ha hecho cosas que yo no pensaba que podrían hacer, de verdad», afirma, por lo que «si yo ya estaba alucinado con el Taiji Quan, estas clases me están dejando todavía más».

El deporte supone un ejercicio aeróbico para los alumnos en el que, por ejemplo, aprender a coordinar la respiración con los movimientos, a mantener el equilibrio o a conocer mejor el cuerpo. Por eso, resulta «muy gratificante» para las personas que lo realizan, explica Juan Conesa. «Tú mismo te vas dando cuenta de cómo vas evolucionando, de que cada vez lo haces mejor y que dominas el cuerpo de una forma que antes no dominabas», asegura.

Por el momento, solo los usuarios de Aspaym León pueden disfrutar de estas clases, «porque solo tenemos un Juan Conesa», admite Roberto López. Eso sí, están tratando de conseguir financiación europea «para que se investigue en cómo el Taiji Quan puede mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad». Porque Juan Conesa está convencido de que «si no he pasado al andador o a la silla de ruedas –utiliza muletas en desplazamientos largos para evitar caídas por falta de equilibrio– es por práctica del Taiji».
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