El Rey emérito Juan Carlos I ha querido reivindicar su papel en la llegada de la democracia a España en vísperas del 50 aniversario de su proclamación como monarca, recordando que aquella etapa “no cayó del cielo” y lamentando que en la política actual no reine el espíritu de la Transición.
Así lo asegura en una entrevista exclusiva concedida al diario francés Le Figaro, la primera desde que se marchó al exilio en Emiratos Árabes Unidos en agosto de 2020. La conversación llega días antes de la publicación en Francia, el 5 de noviembre, de sus memorias tituladas Reconciliación, escritas con la periodista Laurence Debray y editadas por Stock.
“Pensé que hacía falta dar testimonio”
Juan Carlos I explica que dudó en escribir el libro, pero que decidió hacerlo al comprobar que “los hijos y nietos de mis amigos no tenían la menor idea sobre Franco ni sobre la Transición democrática”.
“Pensé que hacía falta dar el testimonio directo de lo que viví durante 39 años de servicio al país”, afirma el emérito, que también reconoce con humor: “Voy a ser atacado, habrá que comprarse un escudo”.
La editorial Planeta publicará Reconciliación en España en las próximas semanas, en vísperas del 20 de noviembre, fecha en la que se cumplen 50 años de la muerte de Franco, y del 22 de noviembre, día en que Juan Carlos fue proclamado Rey en 1975.
Franco, el 23-F y las traiciones
En la entrevista, el monarca emérito recuerda su relación con Francisco Franco, subrayando que el dictador le hizo Rey “para crear un régimen más abierto”.
“Durante dos años tuve todos los poderes. El de indultar o refrendar la pena de muerte. No tuve que hacerlo, gracias a Dios, ya que si hubiera dicho que no entonces, los generales me habrían derrocado”, señala.
Respecto al golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Juan Carlos I reconoce que le dolió especialmente la implicación de Alfonso Armada.
“No hubo un golpe, sino tres: el de Tejero, el de Armada y el de los diputados próximos al franquismo. Armada estuvo 17 años a mi lado. Le quería mucho y me traicionó”, confiesa.
“Se ha perdido el espíritu de la Transición”
El exmonarca reivindica el valor del diálogo que caracterizó a la Transición y lamenta su pérdida en la política actual.
“Lamento que un cierto espíritu político, que denominamos el espíritu de la Transición, se haya perdido en detrimento de España y de sus intereses”, asegura.
También rememora cómo se gestó la legalización del Partido Comunista (PCE) en 1977, revelando que utilizó al entonces líder rumano Nicolae Ceaușescu como intermediario para contactar con Santiago Carrillo.
“Era una época en la que la izquierda, y especialmente el Partido Comunista, respetaba las instituciones del Estado”, afirma.
Su exilio en Abu Dabi: “Me fui para ayudar a mi hijo”
Por último, Don Juan Carlos explica las razones de su autoexilio en Abu Dabi, donde reside desde hace más de cuatro años.
“Me marché tan lejos para ayudar a mi hijo. Busqué un lugar donde los periodistas de mi país no pudieran encontrarme fácilmente”, concluye.