Es el debate nacional por excelencia: ¿con o sin cebolla? Sin embargo, más allá de los ingredientes básicos, lo que obsesiona a los cocinillas es la textura. ¿Cómo consiguen en los mejores restaurantes esa tortilla compacta por fuera pero que se deshace en crema al cortarla?
El error que cometemos en casa
La mayoría de recetas caseras fallan en la temperatura de maceración. El truco que comparten chefs con estrella Michelin no es añadir leche (que agúa la mezcla) ni levadura, sino la paciencia. Una vez fritas las patatas y batidos los huevos, el secreto está en mezclar todo en un bol y dejarlo reposar tapado durante 10 minutos exactos antes de cuajarla en la sartén.
¿Por qué funciona?
En ese tiempo, la patata caliente absorbe parte del huevo, hidratándose por completo. Al volver a la sartén, la mezcla ya es una masa homogénea que carameliza mejor y evita el temido "efecto seco". Pruébalo la próxima vez: tus invitados notarán la diferencia en el primer bocado.