Otro que se nos va

29/06/2022
 Actualizado a 29/06/2022
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Cada imagen una metáfora. Cada fotografía ilustra alguna de las noticias que el periódico de cada día alberga; pero lo hace sin texto, sin pie de foto, sin letra grande ni pequeña, para que la pongas tú.

Que no son pocos los días que pienso que sería bueno dejar el recuadro en blanco, simplemente con una dirección de correo y esperar vuestras cartas en ella; cartas de las antiguas, de las escritas a mano, de puño y letra, porque significa que has tenido el impulso de sentarte a escribir, de contar, meterla en el sobre, pegarle su sello y echarla al buzón. Significa que quieres decir algo, que tienes algo que contar y haces un esfuerzo por hacerlo. No me interesan para nada esas otras que ya están abiertas a tu dedo ansioso de ponerle una frase a lo que ves, a bote pronto, sin sentarte a coger el lapicero sino al teclado del móvil, que es tanto como decir sin sentarte a pensarlo.

Así es como muchas veces lo único que se les ocurre apostillar no es un comentario sino un insulto, no es una reflexión sino una descalificación, no es una aportación sino una resta, no ves el vaso medio lleno sino una mano negra que ha vaciado la otra mitad. Y así es como ocurre que cada vez que abres la ventana a esas redes aparecen las mismas caras, las mismas descalificaciones, los mismos odios sin mayor explicación ¿Qué habrá sido de los seguidores de José Calvo, que cada día enviaba a la vieja La Crónica un poema cantando a la belleza de la vida, de la primavera o de las cigüeñas haciendo su nido?

A mí, la verdad, lo primero que se me ocurre al ver la foto es «otro que se nos va», tal vez a hacer el módulo de escalada a la Castilla llana. Pero no me atrevo a decirlo, si acaso me están acechando.
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