Otra cosecha de sumilleres

El Instituto de la Viña y el Vino de la ULE concluye la nueva edición de su curso de catas, que sigue siendo un apoyo al buen hacer de la viticultura en la provincia

Víctor S. Vélez
30/05/2022
 Actualizado a 30/05/2022
Cata de vinos tintos celebrada en este curso, en la que se prueban hasta una docena de botellas. | MAURICIO PEÑA
Cata de vinos tintos celebrada en este curso, en la que se prueban hasta una docena de botellas. | MAURICIO PEÑA
Los vinos de León y El Bierzo siguen atravesando un buen momento. A la gran labor que vienen desarrollando enólogos y viticultores de la provincia se suma el apoyo, a menudo desconocido, que presta el Instituto de la Viña y el Vino de la Universidad de León (ULE). Este centro de trabajo e investigación ubicado en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal favorece el crecimiento del sector con iniciativas como su curso de catas 'El vino y sus sensaciones', que concluye este lunes su cuarta edición.

José Enrique Garzón es el director del Instituto de la Viña y el Vino y explica que en esta formación se dan cita tanto personas que quieren comenzar desde cero hasta otras con conocimientos avanzados como enólogos o sumilleres. Alumnos de todas las edades que se sienten atraídos por un curso que se ha realizado en esta segunda quincena de mayo mezclando contenidos teóricos con catas en sesiones especializadas para cada tipo de vino: blancos, rosados, tintos, espumosos y fortificados. "Hablamos de cómo se elabora, dónde se cultiva, cómo se maneja, qué características tienen sus suelos y plantas, en qué climas se dan, cuáles son los mejores del mundo…", enumera el experto.

Se trata de una formación intensiva en grupos reducidos de alumnos. En esta edición han sido una docena, pero el máximo fijado por los organizadores de la ULE es de 20. "Esperamos hacerlo el año que viene. Depende también de quiénes vienen, sumilleres o enólogos de bodegas como Convento de las Claras, Pago de los Capellanes, Losada… Dependiendo de su disponibilidad a venir a hablar, montamos el curso", valora Garzón.

En cada sesión se ofrece una cata y contenidos teóricos, centrándose en un tipo de vino: tinto, blanco, rosado... Por lo general, en las catas se emplean hasta una docena vinos de León y de El Bierzo, aunque también algún día se prueban botellas de otros países para "ver cómo se trabaja fuera". En esta formación se interesan habitualmente personas ajenas a la Universidad, que se sienten atraídas por la enología y que "quieren o necesitan especializarse más". "En esta nueva edición del curso se analizó mucho el efecto del suelo en la producción y en la calidad. Muchas veces los enólogos dicen: 'a mi dame la uva, que el vino lo hago yo'. Generalmente el vino se hace en la planta y la planta está en el suelo. De acuerdo a cómo manejes el suelo, luego tienes un producto final y eso se ha incorporado a esta edición: hablar del suelo y de las características que se transmiten del suelo al vino, pasando por la uva como intermediario", explica el director del Instituto de la Viña y el Vino.

Personas que tienen sus propias bodegas o que quieren saber un poco más para montar la suya son los alumnos habituales de estas catas. Algunos de ellos incluso se acercan a León desde la comarca de El Bierzo, por eso los promotores del curso no descartan llevar alguna futura edición al Campus de Ponferrada.

Por ahora, lo que es seguro es que ya hay una nueva cosecha de sumilleres bajo la denominación de origen de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal. El pasado, el presente y el futuro de un sector que marca también un poco estos tres tiempos en la provincia de León.
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