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Oposiciones a tontos

16/08/2020
 Actualizado a 16/08/2020
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Recuerdo un encuentro con Raúl Guerra Garrido, para comer en Villaobispo. Entramos, me senté... y me pidió sentarse él en mi lugar, mirando a la puerta. Eran las instrucciones de su escolta, vivía a su lado, le comía su vida y su intimidad, pero no se le pasaba por la cabeza rendirse ante ningún matón por muchas pistolas que tuviera.

Recuerdo una mañana que vi en la radio la imagen de un asesinado por la espalda bajo un paraguas rojo y los periódicos que acababa de comprar en el suelo, era José Luis López de Lacalle. Llamé a Raúl pensando que eran amigos. Descubrí que eran más, al berciano aún le costaba articular palabra. «Ayer estuve con él. Lo siguiente fue una llamada de teléfono que me despertó para decirme: Han matado a José Luis». A los pocos días nos regaló, para La Crónica, el relato de aquellas horas. ‘El corto viaje hacia la muerte’ se llamaba, casi lo se de memoria. Pocos textos más desgarradores se pueden leer. Y valientes.

Le recuerdo en el Pozo Calixto de mi pueblo bañándose feliz porque era libre, qué más daba el frío del agua

Cuando a la llamada kale borroka no se le ocurría nada que hacer le quemaban la farmacia en San Sebastián, y la volvía a abrir, una vez tras otra, sin rendirse, dejando frasescomo «me cansa, a la vez que me indigna e insulta este circo que han montado con capuchas de Armani y boinas de Elósegui» o la recordada de «si en esta tierra el miedo oliera no se podría vivir del hedor». Él también lo tenía, claro, pero nadie le agachó la cabeza jamás.

Lo dejó escrito, en Cacereño, en La Carta o La soledad del ángel de la guarda (su guardaespaldas). Pero también escribió del Bierzo, por sus novelas andan bercianos como aquel que se enfrentó a la Coca Cola con su Cola York, siempre quiso ser ciudadano de Cacabelos mientras en muchas ciudades quieren incorporar su nombre al de la gente que merece la pena, de esos raros tipos que jamás agachan la cabeza, que no son muchos.

Pero en Cacabelos a esta forma de ser le ven defectos de forma, se conoce que salieron las oposiciones para tontos y les faltan puntos. Con perdón.
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