Y vuelta la burra al trigo

Estamos más contentos con las elecciones. Es como cuando hay nevadas, que nos llaman de las arradios, los transistores, las televisiones para ver cómo estamos, como tenemos la despensa, si el gocho murió alabando a NuestroSeñor, como hacían los santos cuando los quemaban con aceite.

Ahora cada poco llaman a la puerta y dicen que les interesa mucho saber lo que pensamos, que para ellos es fundamental, porque los lugareños, los que estamos allí somos los que entendemos.

- Coño, ¿que pienso? Pues lo mismo que hace cuatro años, ¿no te acuerdas de cuando te lo dije?

Pero les pasa lo mismo que la Guardia Civil con el carnet de Farraperas, que siempre que le paran se lo piden, y ya les dice el rapaz a los agentes:

- No me jodáis, hay que ser más serios, ¿ya me volvistéis a perder el carnet?Pero si os lo dí la semana pasada.

Pero, ¿en qué manos estamos? Unos no se acuerdan, otros lo pierden.

Y ahora les da también la zurronga deescribirnos a casa. Y menuda familiaridad, «querido Fulgencio» me decía un jato que no conozco de nada. Le devolví la carta porque ya le dije al cartero, «igual es para otro, yo no lo conozco».

Pero no libro, estamos más arrodeaos que Belén Esteban en la RAE, ahora me entra un correo electrónico que me avisa de una noticia que va a cambiar el mundo:«Alfredo Prada va a una procesión», dice en el titular.

Joder, nunca lo habría imaginado.